vitoria. La "defensa" de las competencias vascas frente a la reforma educativa del ministro José Ignacio Wert y los ajustes presupuestarios centraron ayer la puesta de largo de la consejera de Educación, Cristina Uriarte, en el Parlamento Vasco, donde desveló las líneas de su acción de gobierno la presente legislatura. La hoja de ruta del Gobierno Urkullu plantea un sistema educativo orientado a la "excelencia", desarrollando para ello el currículum vasco y dando continuidad a los programas que han colocado los resultados de Euskadi en la media de la UE, así como al papel de la universidad y la investigación "como motor del cambio". Al mismo tiempo propone algunas novedades como un Plan estratégico para la igualdad y la prevención de la violencia de género, la activación de los planes de convivencia en los centros, la revisión del sistema de evaluación bajo los indicadores Europa 2020 o la futura Ley Vasca de Aprendizaje Permanente.
La Formación Profesional experimentará una transformación radical, con la Agenda Estratégica FP Euskadi 2015 que, entre otras medidas, incluye la aprobación de la Ley Vasca de FP o la creación de empresas en los centros de FP sobre la base de la cultura emprendedora.
Pero si algo determinará esta legislatura transitará invariablemente por el dialogo. Un "diálogo abierto con el sector" -dijo Uriarte- con el fin de alcanzar un gran Pacto Escolar sobre el que cimentar una posible Ley Vasca de Educación -que dé coherencia y solidez al sistema para protegerlo frente a la inestabilidad normativa del Estado- y establecer el nuevo marco lingüístico.
En este punto el PNV tiene su propuesta: "Avanzar hacia el multilingüismo desde el bilingüismo real del alumnado, con el euskera como eje", afirmó Uriarte. Esta meta pasa por establecer "unos objetivos lingüísticos concretos y alcanzables, teniendo en cuenta la voluntad de las familias, la realidad sociolingüística y la autonomía de los centros", aclaró.
Habida cuenta de la reacción que tuvo ayer el resto de las formaciones políticas no parece que el consenso en materia lingüística vaya a ser un paseo para la responsable del Departamento de Educación. Y es que, Bildu advirtió ya a Uriarte: "Nos tendrá en frente" si no se impulsa un modelo de inmersión en euskera. La exconsejera de Educación, la socialista Isabel Celaá, abundó en la línea de ahondar en el trilingüismo que lanzó de forma experimental durante su mandato, cuyos resultados analizará el Gobierno actual. Y PP y UPyD reincidieron en una de sus constantes ideológicas: en Euskadi no se garantiza la libertad de elección de las familias que quieren que sus hijos estudien en castellano.
Lo que sí quedó claro es que las víctimas de ETA y el GAL seguirán prestando su testimonio en las aulas. La consejera anunció que se pondrán en marcha nuevas iniciativas en torno a la dignidad y los derechos humanos en la escuela, pero no sobre el Plan de Convivencia impulsado por PSE y PP, sino sobre la base del Acuerdo del Carlton, que 20 agentes educativos -universidades, sindicatos, familias de la pública y privada, patronales de la concertada- suscribieron el 30 de diciembre de 2011 con un objetivo común por la convivencia, los DD.HH., la memoria, el relato, la deslegitimación de la violencia y la actuación consensuada de los firmantes. Junto a ello se desarrollará una línea de intervención específica en formación para el profesorado en educación para la convivencia "de acuerdo y de forma dialogada con los agentes educativos", señaló Uriarte, consciente de que uno de los errores en los que incurrió el Gobierno López fue imponer el Plan de Convivencia Democrática de forma unilateral con el solo apoyo del PP y sin contar con la opinión de la comunidad educativa.
A lo largo de casi dos horas de intervención, la consejera fue enunciando -sin entrar en detalle- las directrices que guiarán su Departamento. No obstante, toda la atención estaba centrada en los efectos que el recorte de 1.200 millones de euros en los Presupuestos 2013 tendrá en la financiación del sistema educativo -una de las "líneas rojas" del Gobierno Urkullu-. A diferencia de la exconsejera Celaá, que pese haber metido la tijera desde 2009 mantuvo hasta el último día que "Euskadi es una isla libre de recortes", Uriarte optó por coger el toro por los cuernos.
Y con la misma franqueza con la que se condujo la semana pasada con los sindicatos, a quienes manifestó que Euskadi se halla en una situación de "emergencia nacional", Uriarte confirmó lo que todo el mundo en el sector sospechaba. Habrá recortes, no se sabe en qué porcentaje ni a qué programa o programas afectará hasta que se cierren los Presupuestos. Pero haberlos los habrá, si bien no afectarán a la calidad de la enseñanza, según Uriarte.
"No vivimos tiempos fáciles" Consciente de la trascendencia de esta cuestión, Uriarte inició su alocución con una sentencia sin margen a la duda: "No vivimos tiempos fáciles". Tras ello, la exvicerrectora del Campus de Gipuzkoa (UPV/EHU) explicó que la situación económica "marca en gran medida aspectos importantes" en los presupuestos que está elaborando este Gobierno, "digo aspectos importantes, porque las decisiones fundamentales nos corresponden a nosotros, a los responsables políticos". Según afirmó, la caída de la recaudación va a llevar al Gobierno vasco a "un ajuste presupuestario" que "obligará a redimensionar los gastos, a repensar las prioridades y a adecuarnos a la coyuntura que nos toca vivir". Sin embargo, quiso dejar una cosa clara: "Como consejera, tomaré las decisiones que sean necesarias para garantizar la calidad del servicio de la educación obligatoria, el derecho individual y universal a la educación". De este modo, la consejera abría la puerta al blindaje de los aspectos esenciales que hacen funcionar el día a día en las escuelas: mantenimiento de los ratios de los alumnos, estabilidad de las plantillas docentes, etc.
En respuesta a las críticas sindicales y a la exconsejera Celaá, que la semana pasada denunciaron que los ajustes afectarán a los más débiles y a la equidad del sistema, Uriarte se comprometió a "garantizar la escolarización plena del conjunto de las personas, porque el derecho a la Educación es más que el derecho-deber de estar matriculadas en un centro". En esta línea el Departamento de Educación "reforzará" los planes vigentes, como el de atención a la diversidad, el de atención educativa al alumnado inmigrante, el de la mejora de la escolarización del alumnado gitano o el del alumnado con altas capacidades. "También impulsaremos el modelo de atención temprana de las necesidades del alumnado a sus primeras edades, a la familia y al entorno, para proporcionar una respuesta ágil a las necesidades que presentan los niños y niñas de 0 a 6 años con trastornos o riesgo de padecerlos", apuntó la consejera.
Por otro lado, se seguirá trabajando en favor de la disminución progresiva de la tasa de abandono escolar temprano, mediante programas de refuerzo educativo no-formal en los entornos desfavorecidos con altos grados de absentismo y fracaso escolar, en colaboración con otros departamentos y otras instituciones. El programa que sí parece que se cae de la cartera es Eskola 2.0 que en los últimos años ha proporcionado 80.000 miniportátiles al alumnado. Al respecto, Uriarte dijo: "No es momento de comprar nuevos ordenadores sino de utilizar bien los que ya tenemos".
Paralización de la LOMCE Otra de las cuestiones capitales de su comparecencia fue la postura que defenderá frente la ley Wert, que además de recentralizar la educación o discriminar el euskera, su aplicación supondrá un coste añadido de "280 millones de euros solo en personal", según informó Uriarte. Advirtió de que "defenderá" las competencias de Euskadi en la reforma de Wert, tras lo que reclamó "respeto" para las "especificidades" del sistema educativo vasco. Desde su punto de vista el anteproyecto de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa supone una vulneración de las competencias vascas, una de las "claves" del autogobierno. Indicó que dicha "defensa" se realizará frente a la Lomce y frente al decreto de recorte del gasto en educación aprobado por el Ejecutivo central, de lo que se desprende que no se aplicarán los recortes de Madrid. Uriarte explicó que el Gabinete Urkullu actuará desde el "respeto" en el ámbito de las relaciones con la Administración central, pero también exigiendo "respeto para las competencias y especificidades del sistema educativo vasco". En este sentido, recordó que en la reunión sectorial de Wert con las comunidades solicitó que "paralice" la Lomce.