El sol se apoderó del cielo y la capital alavesa comenzó a salivar. Cientos de personas de todas las edades se acercaron ayer al centro atraídos por un arcoiris de aromas a café, queso, jamón, chocolates, dulces, pan recién horneado, chorizo a la sidra, queimadas, empanadas gallegas, pimientos rellenos, delicias de delicatessen... Era el estreno de la feria Goxo-Goxo Gabonak, una impresionante exposición de productos locales repartidos por casetas de madera entre la plaza de Correos y hasta Independencia. El comienzo de un puente rico rico, regado con tinto de Rioja Alavesa, txakoli, cerveza y café. La mejor selección de la tierra para llenar la never, y con catas gratis. Sí, por la cara. Como para no triunfar.

El festival de olores y sabores prenavideño de Vitoria, patrocinado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, cumple ya tres años gracias a una veintena de comercios decididos a sacar a la calle sus productos para promocionar la típica mesa de fiesta frente a experimentos más o menos atrevidos. En la tradición, está lo goxua. Y sólo hay que buscar la calidad para caer en la cuenta. Además, esta iniciativa también ofrece talleres de preparación de centros florales, para que el banquete quede redondo. "Ya he tomado nota, y este año voy a dejar a toda la familia con la boca abierta", presumía Miren, jubilada, sin perder comba con la degustación de jamón. Era ya la hora del aperitivo, y se notaba el hambre en los ojos ávidos de los paseantes.

Para arriba, para abajo... Y vuelta a empezar. Compradores y curiosos exprimieron al máximo el primer día de feria, muy satisfechos todos por la nueva ubicación de las casetas. En las dos primeras ediciones estuvieron en la calle Bastiturri, con el objetivo de promocionar una zona en plena expansión comercial del tranvía. "Pero aquí es perfecto. Y a tiro de piedra está también Ardoaraba. Vamos, que no nos vamos a aburrir durante estos días", aseguraba Francisco, mientras sacaba la cartera para comprar unos dulces después de una de esas catas que hacen que el estómago pida más.

Entre los rostros anónimos pudieron verse a unos cuantos representantes institucionales, como el diputado general, Javier de Andrés, el edil de Urbanismo del Ayuntamiento de Vitoria, Miguel Garnica, o el ex alcalde gasteiztarra Patxi Lazcoz. Cotillearon como todo el mundo, degustaron y algunos incluso compraron. Justo el gesto que los comerciantes esperaban de los visitantes. Al fin y al cabo, la feria trata de visibilizar los establecimientos participantes y estimular el consumo pese a los nubarrones de la crisis. "Con lo bueno que está todo, al final picas. Y eso que aún no hemos recibido la extra y no sabemos ni si llegará", confesaban Martín y Elisa, una de esas jóvenes parejas a las que les gusta comprar en locales de toda la vida en vez de en las grandes cadenas.

Goxo-Goxo volverá a abrir hoy y el sábado sus puertas de 12.00 a 14.30 horas y de 18.30 a 22.00 horas. Y el domingo dirá adiós, o hasta el año que viene, pasada la mañana. Lo bueno, si breve.... Ya saben.