MADRID. En este informe, en el que no se pretende "llegar a conclusiones sobre las causas" ni "establecer responsabilidades", sino "contribuir al esclarecimiento de los hechos", se narran los momentos previos y posteriores al accidente que costó la vida a cuatro jóvenes durante una fiesta celebrada en la noche del 31 de octubre y el 1 de noviembre.

A las 3:00 horas de la madrugada del día 1, una hora antes de que fuese alertada la Policía Municipal, el coordinador jefe de seguridad de la empresa Madrid Espacios y Congresos (MADRIDEC), encargada de la gestión del recinto, abandonó las instalaciones sin "ningún aviso de alarma" de aglomeración de público, según indica el informe de 25 páginas y con 46 documentos anexos.

"De haberse producido alguna comunicación sobre indicios que hubiesen aconsejado la intervención de Policía Municipal en el interior del recinto, ésta hubiera acudido", recalca el documento.

De hecho, los únicos incidentes que se documentan previamente tienen que ver con el desalojo, en torno a las 00:20 horas, de varios grupos de jóvenes que participaban en 'botellones' en los alrededores del recinto.

A las 4:00 horas, la Policía Municipal recibe una llamada para solicitar una patrulla cercana a la entrada del edificio porque "una joven se encuentra tendida en el suelo con graves problemas respiratorios".

Después se avisa de que hay dos jóvenes más con los mismos problemas y se duda de si las tres jóvenes "han fallecido o se encuentran inconscientes", siempre según el relato del Informe divulgado hoy por el Ayuntamiento tras una rueda de prensa de la alcaldesa, Ana Botella, quien no aceptó preguntas de los periodistas.

El médico del SAMUR encargado de atender a las jóvenes informó de que se había producido "una avalancha" y de que había personas que habían "resultado aplastadas", a las que se estaba "intentado reanimar".

Sin embargo, cuando la Policía Municipal preguntó por lo ocurrido a un vigilante de seguridad, éste manifestó que no tenía conocimiento de "ningún incidente" e incluso las personas que salían del concierto no mencionaron que estuviera pasando "nada anormal".

Por otra parte, el documento explica que el responsable de seguridad de MADRIDEC realizó una hora antes de que se notificara el accidente una "comprobación visual del aforo sin que estuviera cubierto", a pesar de que más adelante se cuenta que el organizador del evento, Miguel Ángel Flores, reconoció en un mensaje de teléfono que había 9.650 personas.

El Informe recuerda que antes del concierto, la entidad Madrid Espacios y Congresos comunicó a la Delegación del Gobierno que el número de asistentes al acto oscilaría entre 4.000 y 6.000 personas, cifra que poco después la empresa aumentó a 7.000 "como medida de garantía y de seguridad".

El aforo total era de 10.620 personas, según informó MADRIDEC a la empresa DIVIERTT organizadora del evento.

Botella ha informado hoy de que el Informe, divulgado un día antes de que se constituya en un pleno extraordinario la Comisión de Investigación sobre los hechos del Madrid Arena, será remitido al juez que investiga el caso.

Como consecuencia de la estampida humana producida esa madrugada murieron las jóvenes Katia Esteban Casielles, Rocío Oña Pineda y Cristina Arce de la Fuente, todas de 18 años, y Belén Langdon, de 17, aplastadas por decenas de personas atrapadas en uno de los pasillos del Madrid Arena.

Otra joven de 20 años, María Teresa Alonso, resultó herida de gravedad en esa tragedia y permanece ingresada desde entonces en la UVI de la Fundación Jiménez Díaz.