Madrid. Los jóvenes se han tomado a pecho la máxima de la noche es joven y se han convertido en los más noctámbulos de Europa. La tragedia del Madrid Arena ha puesto en el centro del debate los actuales modelos de ocio focalizados en la noche y el alcohol. La ministra de Sanidad, Ana Mato, ya ha lanzado un aviso a navegantes, advirtiendo de que en el ocio y la diversión "los excesos no están exentos de riesgo y muchas veces el precio a pagar hace que no merezcan la pena", instando al ocio saludable. Y el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, ha calificado las macrofiestas o los botellones como "verdadero problema social". Al tiempo, algunos expertos como psicólogos y sociólogos, alzan la voz pidiendo revisar estos patrones de diversión que implican, según el Instituto de la Juventud, que el 44% de los jóvenes llegue a casa los días de fiesta después de las cuatro de la mañana.
La clave de este binomio de recreo igual a noche y alcohol se halla enraizado en una cultura donde socialmente beber no está mal visto y todas las celebraciones se vinculan al consumo de alcohol. Teresa Pont, psicoterapeuta y experta en conducta adolescente, asegura que "es sano y positivo que los jóvenes estén con otros chicos y chicas. Pero los adultos no deben permanecer al margen, empezando por los padres que ahora practican el laissez faire (dejad hacer). Hay que seguirles la pista, con cierta permisividad pero con firmeza. El joven necesita siempre el control de un adulto". "Los chavales asocian lo nocturno a libertad, a clandestinidad pero, al margen de exigir toda la seguridad necesaria en estos eventos, las familias deben estar al tanto de los botellones, de las macrofiestas, del consumo de drogas u otras sustancias porque esto da rienda suelta a unos impulsos que, en el caso de los adolescentes, necesitan estar contenidos", afirma Pont.
El negocio En el otro extremo del ideario de la diversión se encuentran los empresarios del ocio nocturno. Ellos temen que el proceso de depuración de responsabilidades tras el Madrid Arena les salpique y se inicie una caza de brujas. El portavoz de Noche Madrid, Vicente Pizcueta, solicitaba no demonizar estas celebraciones, recordando que España es el epicentro de los festivales europeos y que las medidas de seguridad en los locales "están fuera de toda duda". Pide también prudencia: "Se están acumulando testimonios contradictorios en las redes sociales, eso abre debates y puede ser valioso, pero es la Policía la que va a aportar luz sobre este asunto", zanjaba.