Amaia egaña

exedil del pse en eibar y trabajadora de tcsa

barakaldo

HIJA de Ramón Egaña, histórico militante y presidente de la Agrupación socialista de Eibar, Amaia llevaba el compromiso político en su ADN. Siendo adolescente entró a formar parte de las juventudes del partido para años después incorporarse como concejal en la corporación municipal de Eibar, durante la legislatura 1983-1986.

Dejó su Eibar natal hace unas dos décadas para instalarse en Barakaldo junto a su hijo Dani y su marido, José Manuel Asensio, exedil de la localidad fabril durante el mandato el alcalde socialista Carlos Pera. "Amaia y José Manuel fueron novios desde críos. Se apoyaban en todo; eran una pareja muy compenetrada", recordaban ayer a DEIA, sin poder creer aún lo ocurrido, compañeros de militancia. "El marido, una bellísima persona, que adoraba a su mujer, no sabía nada de lo que estaba sucediendo; el piso estaba a nombre de Amaia y la desesperación por lo que estaba ocurriendo la vivió en solitario", añadieron las mismas fuentes.

Amaia trabajaba en las instalaciones de TCSA (empresa que presta servicio a Bizkaibus) del barrio baracaldés de Burtzeña, aunque pasaba gran parte de su jornada laboral en las oficinas de Deusto, donde sus compañeros de trabajo se mostraban ayer consternados sin poder creerse aún la noticia.

El asombro por el fallecimiento de Amaia en tan trágicas circunstancias era mayúsculo ayer entre sus vecinos ya que su perfil no se correspondía en absoluto con el de las personas que están siendo víctimas de desahucios. Tenía un buen trabajo como responsable de Recursos Humanos, su marido también estaba trabajando. "Era una mujer correcta. Ayer (por el jueves) me encontré con ella en el garaje y cruzamos unas palabras; la vi simpática, como siempre", decía Francisco Estefanía, el vecino del sexto, apesadumbrado por lo ocurrido.

De trato amable y correcto la definió una conductora de Bizkaibus que ayer en la parada de Barakaldo no dejaba de recibir mensajes anunciándole el suceso. "Mi relación con ella fue el de una empleada con la jefa, pero las ocasiones en que tuve que pedirle algo, fue muy resolutiva y agradable; se portó bien conmigo. Al principio estaba de secretaria, pero luego con la fusión de la empresa y con la marcha del anterior responsable de Recursos Humanos, accedió al puesto", relató la conductora

El carácter solidario de Amaia también deja un gran vacío en las asociaciones con las que colaboraba activamente, entre ellas las dedicadas a luchar contra la violencia de género, causa con la que estaba muy comprometida. "Siempre estaba echando una mano cuando se lo pedíamos. Ella, que ayudaba a todo el mundo, no ha sido capaz de solicitar socorro. Estamos apesadumbradas, porque cantidad de personas hubiéramos echado el resto por ayudarla", confiesa Marisol, compungida por lo ocurrido, que coincidió con ella no hace mucho en una peluquería de Barakaldo. La notó algo triste, pero nada le hizo sospechar que pocos días después Amaia decidiera quitarse la vida.