Vitoria. El consejero de Sanidad en funciones, Rafael Bengoa, ya avisó de sus intenciones de legislatura durante la primera entrevista que concedió a este periódico, en mayo de 2009, poco después de acceder al cargo: "Las necesidades aquí no se van a solucionar poniendo más médicos ni más hospitales". Independiente y avalado por su experiencia en la Organización Mundial de la Salud (OMS) o su participación como director de Planificación de Osakidetza con el exconsejero jeltzale Iñaki Azkuna, Bengoa se marcaba en su desembarco a la Sanidad vasca dos retos fundamentales que a la larga han marcado su gestión durante los últimos tres años y medio. El primero, redireccionar la atención sanitaria para enfocarla sobre los enfermos crónicos y, el segundo y al hilo del anterior, corregir la fragmentación existente entre la atención primaria, la hospitalaria y los servicios sociales para mejorar la continuidad de los cuidados.

Ha sido, sin duda, la legislatura de la reforma del sistema, o al menos de la intención de la consejería sanitaria de llevarla a cabo. Una legislatura de planes y, al menos en Álava, de pocas realidades palpables en el terreno de las infraestructuras. Puede decirse, de hecho, que las que han comenzado a tomar forma en las últimas semanas estaban ya planificadas desde mucho antes de que Bengoa accediese al Gobierno, como el nuevo edificio de consultas externas de Txagorritxu o los nuevos centros de salud de Lakua-Arriaga, Salburua y Zabalgana. Ahora, llega la hora de hacer balance.

La Estrategia para afrontar el reto de la cronicidad en Euskadi, presentada en el Parlamento en marzo de 2010, ha sido durante esta legislatura una suerte de Biblia para el consejero, que se ha encargado de repetir de forma insistente la idea de que "más de lo mismo no es la solución". Bajo la premisa de que los pacientes crónicos consumen casi el 80% del gasto sanitario vasco, la construcción de un tercer hospital en Gasteiz para este tipo de usuarios, una reivindicación histórica, pronto regresó a la arena política.

De hecho, en el acuerdo de legislatura alcanzado por los socialistas con el PP y que aupó a los primeros a la Lehendakaritza se contemplaba el impulso de esta infraestructura en la capital alavesa, que sin duda ha capitalizado la gestión sanitaria de Bengoa en la provincia. Sanidad encargó dos informes que avalasen la viabilidad de un tercer centro hospitalario para Gasteiz y con el objeto de conocer qué servicios y características debería tener este recinto. El resultado, ya bien conocido por todos, recomendó concentrar las especialidades, las Urgencias y, en definitiva, todos los servicios que ofrece un hospital de agudos en Txagorritxu, así como reconvertir Santiago en ese ansiado centro para pacientes crónicos una vez remodelados ambos y ampliado el primero.

Sanidad eligió la pomposa denominación de Hospital Universitario de Álava (HUA) para dar cobertura a la fusión de los dos centros sanitarios de la ciudad, reconvertidos en dos sedes del flamante HUA, que iniciaba su camino en esos primeros meses de 2010 con el aval del PP. La oposición política al proyecto no se hizo esperar desde las filas nacionalistas, tampoco la sindical.

La creación de la Plataforma en Defensa del Hospital Santiago, que recogió más de 60.000 firmas ciudadanas en rechazo al plan sanitario, ha sido el puntal de esta oposición. Las convulsiones internas provocadas tras la fusión por el cese en cadena de directivos, la falta de información a los profesionales de ambos centros y, en definitiva, el "caos" denunciado por ellos en múltiples ocasiones han marcado el devenir de este proyecto, cuya continuidad pende de un hilo a partir del 21 de octubre. El HUA cuenta ya con un plan funcional y un proyecto arquitectónico que esbozan su futuro, aunque no dejan de ser planes que dependerán del color del próximo Gobierno Vasco y que, además, colisionan con la precaria situación económica. En cerca de 120 millones de euros se presupuestó en su día la reorganización asistencial de Gasteiz.

La llegada de Bengoa a la consejería, lógicamente, supuso acabar también con todas las planificaciones sanitarias realizadas por las anteriores consejerías. Y, por ende, retrasar la construcción de equipamientos tan necesarios como el edificio de consultas de Txagorritxu, cuyo primer proyecto arquitectónico fue presentado el 19 de diciembre de 2008, cuando Gabriel Inclán todavía era consejero de Sanidad. Su apertura estaba prevista para finales del pasado 2011. Finalmente, este proyecto -rediseñado por la actual consejería- se convertirá en la primera manifestación física del HUA de Bengoa, si todavía sigue llamándose así, cuando entre en funcionamiento a comienzos de 2013.

atención primaria La atención primaria de la ciudad, por suerte, sí ha logrado un impulso decisivo durante esta última legislatura, materializado en la apertura del nuevo centro de salud de Lakua-Arriaga este próximo lunes y la de los ambulatorios de Salburua y Zabalgana dentro de algunas semanas más.

Tres proyectos que debido a las disputas políticas y a la burocracia se han retrasado constantemente -comenzó a hablarse de ellos en el Ayuntamiento hace ya cinco años- y que no tuvieron luz verde hasta que los socialistas coincidieron en Vitoria y el Gobierno Vasco. Las obras por fin arrancaron progresivamente a comienzos del pasado año 2011, cuando las previsiones más optimistas llegaron a hablar incluso de que todos ellos abrirían sus puertas en 2010. En la zona rural, que se convirtió en la recta final del pasado año en la gran protagonista de la actualidad debido a la crisis sanitaria con La Rioja, los dos equipamientos más recientes en inaugurarse han sido el consultorio médico de Valdegovía y el nuevo centro de salud de Labastida.