madrid. Cuatro de cada diez padres de jóvenes que consumen alcohol reconocen que les permiten tomar esta sustancia. Un grado de permisividad que es del 25% en el caso de los chicos y chicas de 12 a 15 años y de entre el 67% y 69% en el segmento de entre 16 y 18 años, según refleja el estudio Juventud y Alcohol, elaborado por la Fundación Pfizer, y que ha entrevistado a 750 jóvenes de entre 12 y 18 años, 750 padres y madres y a 175 docentes de la ESO y de Bachillerato.
El objetivo ha sido analizar las motivaciones que tienen los jóvenes para consumir alcohol, los patrones de comportamiento y tipologías de consumo, las actitudes que mantienen a nivel familiar y educativo, el conocimiento que tienen sobre estas sustancias y sus consecuencias, así como los valores, creencias y estereotipos sobre el alcohol y su consumo.
En concreto, la investigación ha reflejado que el 56,8% de los jóvenes reconoce que ha probado el alcohol en el último año y el 28,3% en el último mes. Respecto a la frecuencia, en términos generales, de cuándo suele tomar bebidas alcohólicas, uno de cada diez adolescentes de 12 a 18 años asegura consumir alcohol semanalmente, y algo más de un tercio al menos una vez al mes. No obstante, si se analiza el grupo de 16 a 18 años las tasas se elevan de forma significativa, hasta un 22,8% y 61,7% respectivamente.
La media de edad a la que se inician ahora los jóvenes en el consumo de alcohol es de 13,7 años, mientras que los padres piensan que sus hijos comienzan a hacerlo a los 15 años. Empiezan a una edad 1,3 años inferior a la que comenzaron sus padres. En la mayoría de los casos, los menores comienzan a beber con los amigos (así lo reconoce el 56,1% de los entrevistados) y lo hacen en gran parte por "probar" (37,1%). Además, el 87,4% de los jóvenes cree que tener amigos que toman alcohol es la principal razón por la que la gente joven empieza a consumirlo.
Uno de cada cinco adolescentes asegura que ha hecho botellón al menos una vez al mes, un tercio al menos una vez al semestre, y casi cuatro de cada diez una vez al año. Sin embargo, entre los que superan los 15 años, las tasas se elevan al 35%, 55% y 63%.
licores fuertes El 17,7% de los chicos dice haberse emborrachado durante el último año, porcentaje que asciende a casi un 50% entre los jóvenes de 16 a 18 años, mientras que los padres lo creen así solo en un 5,2%. La mayoría de los padres de jóvenes consumidores permite tomar alcohol a sus hijos; en concreto, el 55,4% de los adolescentes asegura que es la madre la que les deja hacerlo, y el 52,4% indica que es el padre.
En cuanto a las bebidas alcohólicas que consumen con más frecuencia el fin de semana, el 55,2% de los jóvenes opta por licores de alta graduación, mientras que sus padres creen que es así en el 36,8% y, en general éstos indican unas tasas inferiores a las declaradas por sus hijos.