comienza la semana punta de la vendimia en Rioja Alavesa, aunque desde hace unos días se viene trabajando con cierta intensidad en los viñedos. Ya se ha retirado la uva blanca y los esfuerzos se centran ahora en la tinta, que se está recogiendo con carácter muy selectivo.
De momento, las expectativas en cuanto a calidad son muy buenas, ya que la uva se encuentra en muy buen estado sanitario, pero las lluvias caídas durante los días 28 y 29 de septiembre, con cantidades que oscilaron entre los 25 y los 45 litros, ralentizaron el desarrollo de la vendimia, condicionando igualmente los parámetros analíticos de las muestras recogidas.
El efecto más inmediato de estas lluvias sobre la evolución de la maduración es el descenso significativo de los parámetros de color, que se va recuperando en el transcurso de estos días, proporcionando un mejor equilibrio final al fruto. Por ello, desde la Casa del Vino de Laguardia y desde el propio Consejo Regulador se recomienda estar pendiente de esta evolución y seguir con la vendimia selectiva, dada la desigualdad entre unos viñedos y otros que ha venido produciéndose durante todo el final del ciclo vegetativo.
A esto se suma el efecto de la sequía, cuya principal incidencia es que ha dejado menos uvas que otros años como se está comprobando a pie de viña, aunque curiosamente es de una calidad muy buena.
La sequía no es la única circunstancia que afecta a la producción total de uvas. Las dos tormentas de pedrisco de este verano, que azotaron de forma muy virulenta a un buen número de parcelas de Villabuena, Elciego, Samaniego y otros términos ha dejado factura. Y lo cierto es que no se sabe para cuánto tiempo, aunque como señala Gonzalo Sáenz de Samaniego, de Bodega Ostatu, de Samaniego, "depende de la afección que tenga".
"Hay viñedos que el año que viene brotarán normalmente y otros que están dañados porque las yemas están tocadas y brotarán mal, porque brotarán los ciegos, y ésos no traen producción. La verdad es que hay zonas donde costará dos o tres años volver a la normalidad", añade
El bodeguero recuerda que lo extraño de estas tormentas fue "la intensidad y sobre todo la extensión". "El que tenga una intensidad grande no es extraño. Si toca 50 hectáreas, pues esas son las afectadas, pero no 1.300, como ha pasado este verano".
Una cifra escalofriante porque "hacía cuarenta años que no se veía una tormenta así. Bueno, la verdad es que nunca se había visto una tormenta con esa intensidad por aquí" rememora Sáenz de Samaniego.
huella dura Esa tormenta ha dejado una huella muy dura, sobre todo entre Villabuena y Elciego. Un recorrido por esa nueva carretera muestra un paisaje esperpéntico, con las cepas dañadas, las uvas como perdigones arrugados, y las hojas y sarmientos con un patético aspecto de enfermas. Son uvas, las que se pueden recuperar, que no valen para nada y algunos aprovechan para ir con sus furgonetas a esas parcelas para recoger algunas espuertas para hacer vino para casa, pero rebuscando bien para no coger los racimos estropeados. Pero el daño está hecho: si hay 1.300 hectáreas dañadas, a una media de producción autorizada de 6.000 kilos por hectárea, dejan un saldo de 7,8 millones de kilos perdidos.
Con el descenso de producción viene también una menor necesidad de mano de obra. Y los trabajadores inmigrantes lo están notando en esta campaña. En esta época del año suelen llegar a Álava alrededor de 3.000 personas dispuestas a sacarse un jornal en la recogida de la patata en La Llanada y en la vendimia en Rioja Alavesa. Ciertamente en Rioja Alavesa se ha avanzado, mucho más que en La Rioja, en el respeto a los derechos y la dignidad de estos trabajadores y, para empezar, el hecho de que sea el sindicato agrario UAGA quien gestione la inmensa mayoría de los contratos es una garantía para ellos y una tranquilidad para los empleadores.
Además, es el freno que ha acabado con las mafias organizadas, principalmente dirigidas por algunos ciudadanos portugueses y marroquíes. La gran mayoría de bodegueros y agricultores empleadores son conscientes de la responsabilidad que tienen al contratar a estos trabajadores y saben que junto al salario deben facilitarles alojamiento, o darles facilidades para conseguirlo.
Los temporeros suelen venir en grupos, en furgonetas más o menos en estado de circular, y en ocasiones les acompañan sus familiares, especialmente en el caso de marroquíes y portugueses. Son muy celosos de su imagen y procuran que no se vea a sus mujeres para nada. Así, en el albergue municipal de Leza, aupado en una colina a cierta distancia del casco urbano, las puertas permanecen cerradas a cal y canto y el exterior no da pie a sospechar que puede haber alguien en el interior. La ropa tendida en el exterior, unos pocos ruidos procedentes de las labores de limpieza y un magrebí que aparece de improviso ante la presencia del periodista aclara que en el interior están las familias preparando la comida y es mejor no molestarles. El aspecto de lonja rodeada por una malla es un poco tétrico, pero resulta digno para vivir durante los días que permanecen trabajando.
para los trabajadores Otras residencias, sin embargo, demuestran la importancia que le dan los empresarios a que los trabajadores se encuentren bien, como es el caso del edificio que tiene Torre de Oña, o Bodegas Luis Cañas, Marqués de Riscal o Bodegas Ostatu.
En ese último caso se trata de un magnífico chalet, sin ostentaciones de ningún tipo en el exterior, pero con todo lo que pueden necesitar en el interior. Allí llegan los trabajadores sobre las seis y media de la tarde, hora a la que finaliza la jornada laboral, y se pueden asear con agua caliente, descansar en el salón común que tiene televisor y chimenea, mientras sus familias han estado preparando la cena en una moderna cocina con todos los electrodomésticos imaginables.
Mayite lleva ocho años acudiendo a Ostatu, junto a su padre, y se sienten bien con el trato que reciben, aunque su castellano es muy parco en palabras. Su única queja es que "este año hay menos trabajo, porque hay menos uva" y estarán pocos días en esa residencia.
La jornada laboral comienza a las 8.00 horas suelen trabajar hasta las 18.00 ó 19.00 horas, parando hora y media para comer y descansar. Son pocos días y el ocio no está entre las alternativas de su tiempo libre por la tarde-noche. Cuando terminan de cenar, algunos ven algo la televisión y se acuestan pronto. "Sólo un par de días a la semana bajamos a Logroño, pero aquí no tenemos otro sitio a donde ir", explica.
"Nosotros trabajamos con la UAGA", afirma Mayite, "cada vez nos manda con otra gente, en otro pueblo. Por eso nosotros trabajamos ahora con este jefe diez días y cuando terminamos con él nos manda a otro jefe y trabajamos tres o cuatro días" explica aclarando que se siente seguro con esta forma de contratación, Y lo dice seguro de lo que afirma, porque no quiere ir a trabajar al otro lado "aunque tenemos familia en La Rioja".
Otros no tienen tantas ventajas, pero, se les busca acomodo en lonjas, donde pueden estar cómodos, como en la parte alta de Samaniego. O incluso algunos llegan con camionetas preparadas como si fueran autocaravanas, como es el caso de tres que están aparcadas en Baños de Ebro muy cerca de los viñedos donde tienen que trabajar los hombres, mientras las mujeres cuidan de las casas y hacen la comida en una típica estampa. Con esa organización poco queda al azar. Si hasta hace un par de años era fácil ver a los temporeros durmiendo en guardaviñas o en soportales en las plazas, ahora esa imagen no existe, aunque todavía quedan restos de los trasiegos de subsaharianos entre La Rioja y Rioja Alavesa, especialmente en el lazo de comunicación Nájera-Laguardia, pasando por Cenicero y Elciego. En el mejor de los casos caerán en manos de algún desaprensivo que les pagará mal y que no respetará sus derechos laborales. Estas personas, al final, suelen terminar yendo a las Cáritas parroquiales, que les facilitan ropa de abrigo porque suelen llegar con lo puesto, y alguna comida caliente. Pero son los menos. En los últimos años las inspecciones, por aire y por tierra, se han intensificado y las sanciones suelen ser lo suficientemente importantes como para preferir realizar las contrataciones en condiciones..