Madrid. El almacén en el que se custodian las drogas incautadas en la provincia de Cádiz sufrió el pasado fin de semana un robo en el que, según las primeras investigaciones, pudieron ser sustraidos 300 kilos de estupefacientes, 200 de cocaína y 100 de hachís.
Según confirmaron fuentes cercanas de la investigación, en ese almacén, cuya custodia es competencia de la subdelegación del Gobierno en Cádiz, se guardan todos los alijos aprehendidos por Policía Nacional, Guardia Civil, policías locales y Vigilancia Aduanera.
En este depósito, ubicado en el casco urbano de la capital gaditana, a unos cien metros de la comisaría de Policía, se acumula habitualmente gran cantidad de droga, especialmente hachís, ya que en la provincia de Cádiz las fuerzas de seguridad se incautan de aproximadamente la mitad de la droga de este tipo que se interviene en toda España, según las mismas fuentes. Según las primeras pesquisas, el robo se produjo durante el pasado fin de semana y se investigan sus circunstancias.
El almacén se ubica en el conocido como parque móvil municipal del Ministerio y en el mismo, además de la droga, se estacionan vehículos oficiales. Esta sustracción se produce después de que en la provincia de Andalucía se hayan contabilizado otros robos en dependencias en las que se custodia droga decomisada, como el ocurrido el pasado mes de noviembre en Málaga, donde fueron sustraídos casi 300 kilos de estupefacientes del depósito de Sanidad Exterior.
sin detalles El Sindicato Unificado de Policía (SUP) aseguró ayer que el robo perpetrado en el depósito de droga de Cádiz es consecuencia de la "tremenda dejadez" de las administraciones públicas en relación a la seguridad en este búnker. Fuentes del sindicato señalaron que aún no tienen información "detallada" al respecto, puesto que hay abierta una investigación en la que están participando funcionarios llegados de Madrid.
El portavoz del SUP en Cádiz, Francisco Camacho, explicó que tras el robo similar en el depósito oficial de Málaga, a principios de año alertaron a la entonces comisaría provincial, Concepción de Vega, del "sistema poco fiable" de seguridad compuesto "por cámaras de vigilancia que se activan por el volumen y que se visualizan en Comisaría, un sistema que, según apuntan las fuentes, "fue tachado por ella misma como obsoleto e inseguro", solicitando por tanto un informe sobre dichas medidas de seguridad, "ya que la seguridad corresponde a la Subdelegación".
medidas Camacho insistió en la necesidad de "saber qué ha pasado" y apuntó a que el robo "pudo haberse producido en la noche del viernes aunque no se dieron cuenta hasta el domingo", algo que considera inaceptable.
Poco después, y tras una reunión con responsables de Sanidad Exterior, se realizaron obras para mejorar la seguridad y se contrató a un vigilante de seguridad de forma temporal.
Las fuentes explican que también preguntaron sobre quién tiene las llaves del búnker, "y según nos dijeron las tenían en Sanidad, aunque acordaron con ellos que cuando tuviesen necesidad de ir al búnker que avisaran en Comisaría para prestar seguridad".