Vitoria. La última estrategia de Osakidetza para dejar el proyecto de unificación hospitalaria de Gasteiz lo más avanzado posible antes de las próximas elecciones autonómicas ha generado importantes recelos en Txagorritxu y Santiago. Tal y como adelantó ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la dirección del Hospital Universitario de Álava (HUA) ha iniciado un proceso de fusión de las jefaturas de servicio, sección y unidad de ambos centros para darle un importante empujón al plan sanitario ahora que su principal ideólogo, el todavía consejero Rafael Bengoa, podría estar viviendo sus últimos días al frente del Departamento.
Por ahora, el HUA ha publicado seis convocatorias para cubrir otros tantos puestos de jefe de nueva creación. Lo hizo el pasado 14 de septiembre, simultáneamente, en un movimiento que apenas cuenta con precedentes. Además, la dirección médica del centro ya ha anunciado internamente la identidad de 16 nuevos responsables de servicio y sección, nombrados sin superar un proceso previo de selección. Los representantes de los trabajadores, que como suele ser habitual han observado este proceso "sin ser consultados en ningún momento", no ahorran en calificativos negativos para describir la maniobra del ente público. La sensación de que las "prisas" imperan sobre la reflexión es generalizada. También, que las convocatorias pueden dar pie a nombramientos "a dedo".
Especialmente crítica se muestra Jossete Bringas, representante del sindicato ELA en Txagorritxu. A juicio de esta trabajadora, Osakidetza vuelve a recurrir a su política de "hechos consumados" con un claro objetivo. "Quieren dejarlo todo hecho, a lo loco, deprisa y corriendo porque hay elecciones pronto. Pretenden que sea más difícil de deshacer por los que vengan después", aventura Bringas. Pese a que Txagorritxu y Santiago fueron fusionados legalmente hace algo más de un año y convertidos en dos sedes HUA, ambos centros siguen desempeñando todavía su actividad como hospitales generales. "Si estuviésemos ya todos juntos en un centro todo esto tendría sentido, pero todavía hay dos hospitales con distintas idiosincrasias", razona la profesional.
Bringas, además, califica el proceso de selección mediante convocatoria como "una pantomima", porque según denuncia los nombramientos "están previamente pactados con cargos de confianza". "No entra quien tiene que entrar, sino el que ellos quieren que entre", censura la representante de ELA. Ante la posibilidad de que la dirección del centro recurra a su sindicato para validar los nuevos nombramientos, Bringas lanza un claro mensaje. "Si tenemos que asistir a ese tribunal, no vamos a acudir. No le vamos a dar visos de legalidad a algo que es, cuando menos, alegal". De forma más general, y con esta última polémica como telón de fondo, la trabajadora no duda en advertir de que "el futuro para los hospitales es muy negro y así de ninguna manera se va a mejorar".
La "sospecha" también se ha instalado en otro de los sindicatos más representativos de Txagorritxu, Satse, donde están integradas el mayor número de profesionales de enfermería. Lourdes Tobarra, una de sus portavoces, parte de la base de que la unificación del centro de José Atxotegi con Santiago es, todavía, "algo irreal, porque siguen funcionando como dos hospitales". A partir de ahí, considera que "parece que quieren dar la sensación de dejar los deberes hechos" antes de los próximos comicios autonómicos. A Tobarra, en este sentido, le surgen "muchas dudas". "¿Por qué abren ahora seis convocatorias? Nunca se ha hecho algo así. Estamos a 21 días de las elecciones, de lo que sea, de que pueda llegar un equipo nuevo; sospechoso sí que es", valora la profesional. Sobre todo, según razona, teniendo en cuenta que la dirección del HUA les ha trasladado que el nuevo edificio de consultas externas estará en condiciones de abrir sus puertas el próximo marzo "y todavía no han hecho nada" al respecto.
en santiago La falta de información sobre este asunto es aún más acuciante en Santiago, cuyo comité de empresa no ha conocido la publicación de las seis convocatorias hasta esta última semana. Edurne Agirre, representante de LAB, considera que el proceso de fusión de jefaturas "huele a tongo, a oscurantismo, a que quieren dejar todo bien atado". A su juicio, el proceso de selección no impedirá que los representantes del hospital "coloquen a todo el mundo lo antes posible" ante la cercanía de las elecciones, por lo que para los próximos gestores de Osakidetza - si llegan- "será mucho más difícil volver hacia atrás". Según denuncia Agirre, "nos tienen entretenidos con reuniones que no van a ningún lado mientras hacen este tipo de cosas".
Muy crítica se muestra también Arantza Armentia, de ESK. "Todo esto es un trapicheo y una mentira encubierta. No tienen ningún escrúpulo", zanja esta enfermera. Según denuncia, "no han sido capaces de hacer ni una enésima parte de lo que habían prometido y ahora, con esto, quieren dejar la sensación de que sí". A cambio, eso sí, "va a ser mucho más difícil volver atrás".