donostia/vitoria. Vivir el estío en Álava este año ha constituido un ejercicio para valientes, ya que el verano ha sido cálido y, sobre todo, extremadamente seco. No en vano, los instrumentos meteorológicos desperdigados por la CAV han registrado tan sólo el 50% de las precipitaciones normale. Tal circunstancia convierte la ya extinta estación entre las 5 ó 6 con menos lluvias desde la década de los años 50. Así lo indicó ayer la delegada territorial en Euskadi de la Agencia de Estatal de Meteorología (Aemet), Margarita Martín. Ésta señaló, además, que para este otoño las previsiones apuntan a una estación normal, es decir, "lluviosa", con precipitaciones en torno a los 500 litros por metro cuadrado, y con una media de 16 grados de temperatura.

Aunque la percepción de la población es que el verano ha sido muy caluroso, Martín indicó que los datos entre el 1 de julio y el 19 de septiembre reflejan una temperatura media de 18,5 grados en el observatorio de Foronda, lo que se considera "cálido". No "muy cálido", que es la denominación que se reserva para épocas estivales históricas, como la de 2003. Sin embargo, la ausencia de lluvias ha sido una cuestión destacada en el interior. Por ejemplo, en la capital alavesa se han registrado en este periodo 36 litros por metro cuadrado, cuando lo normal acostumbran a ser 115.

La tónica de menos lluvia ha sido también la nota generalizada entre el 1 de septiembre de 2011 y el 31 de agosto de 2012, cuando se recogieron 1.467,4 litros por metro cuadrados en el observatorio de Igeldo (San Sebastián) frente a los 1.541 que se consideran la media normal. Pese a ello, mientras en la costa la diferencia respecto a valores normales ha sido del 10%, en el interior, es decir, en gran parte del territorio histórico, se ha elevado al 50%. En ese sentido, en Amurrio se han recogido 469 litros por metro cuadrado, frente a la media de 1.062 litros.

Álava ha sido también el lugar donde se han registrado los valores más extremos, tanto en temperaturas como en precipitaciones. La mínima más baja fue recogida en Foronda el 2 de julio, cuando el termómetro se quedó en 3,2 grados, la más baja desde 1976. Fue también en el aeropuerto de la capital alavesa donde se obtuvo la máxima del verano: 40,7 grados el 9 de agosto. >efe/dna