Una impresionante jornada de fiesta se vivió ayer en Lapuebla de Labarca con motivo de la celebración de la Fiesta de la Vendimia. El evento logró reunir a cerca de 15.000 personas, como habían previsto los organizadores. Así, desde primeras horas de la mañana la villa aparecía controlada en todos sus nudos de comunicaciones por voluntarios de la localidad ayudados por la Ertzaintza. Pretendían lograr que todo transcurriera con comodidad para los peatones. Precisamente, se había logrado que Bodegas AGE y varios particulares del término de Fuenmayor prestaran unos grandes solares vacíos para poder aparcar los coches. Desde allí un ir y venir constantes de autocares acercaban a los visitantes hasta la rotonda de acceso a Lapuebla, donde un gigantesco hinchable de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA daba paso a todas las personas que acudían a la fiesta.
Los grupos políticos no quisieron quedar ajenos a esa impresionante avalancha de personas y todos los candidatos trasladaron la campaña electoral a la plaza donde se encontraba el escenario de la fiesta, donde recibieron la atención de los medios de comunicación, aunque no así de la gente que llenaba ese espacio de fiesta, dejando un espacio vacío entre los grupos donde se realizaban declaraciones y el resto de personas que iban llegando a la villa ribereña.
En cualquier caso, a las once en punto se inició el acto institucional, que fue presentado en castellano y euskera por una vecina de la localidad, Maider, quien con brevedad y agilidad dio paso al alcalde, Daniel Espada. Éste deseó a todos los presentes que pasaran una grata jornada disfrutando de los vinos que se ofrecían en los numerosos stands repartidos por todo el pueblo. Acto seguido se hicieron públicos los premios del certamen de caldos. En el reparto de los 24 premios del XIX Concurso de Vinos de la Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa, la Bodega Valdelana, de Elciego, fue la más reconocida, con dos primeros premios, en las categorías de Tintos Jóvenes y de Tintos Reservas. Las bodegas Heredad de Ugarte (Páganos), Azpilicueta (Logroño) y Artuke (Baños de Ebro) también lograron dos galardones en esta cita. Los premios fueron entregados por el presidente de la Ruta del Vino, el presidente de Abra, el alcalde de Lapuebla de Labarca, el presidente de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, el diputado general, y el presidente del Consejo Regulador -que se llevó una impresionante pitada de protesta- y el lehendakari, que también cosechó protestas, aunque en menor cuantía.
En esta edición el número de vinos presentados al certamen fue de 251, procedentes de 80 bodegas repartidas por las tres subzonas de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja (Alta, Baja y Alavesa). El asentamiento de este concurso parece que viene dado por las características, algunas singulares, que presenta. Es exclusivo para caldos con Denominación de Origen Calificada Rioja. El jurado lo componen profesionales muy cualificados, profesionales del sector y dependientes de varias entidades públicas. Está homologado por el Ministerio de Agricultura, a petición de Gobierno Vasco, lo que permite a los galardonados hacer alusión al premio obtenido en la etiqueta. Pero tal vez sea la particularidad de que es la propia organización la que se presenta en la bodega para recoger al azar las muestras de los vinos finalistas, el punto más valorado por los bodegueros.
Una vez solventada la entrega de galardones, se presentó a Aimar Olaizola, el pelotari, que fue recibido con un gran aplauso y numerosas muestras de afecto. El pregonero también utilizó la forma bilingüe para su intervención y comenzó manifestando que "echando un vistazo a la lista de pregoneros he comprobado que estamos tantos pelotaris como gente relacionada con el fútbol, ¡no está mal!". El manista navarro reconoció que "mi relación con el vino no tiene demasiado recorrido. Hasta hace pocos años apenas lo probaba, pero reconozco que a medida que he ido probando y conociendo lo aprecio más cada día. Con la sidra ya he tenido más relación, mi hermano tiene una sidrería y con amigos ya hemos celebrado alguna txapela con sidra de por medio". No obstante, prometió "que la próxima será con vino de Rioja Alavesa".
El pelotari no pudo evitar el comparar el vino con su actividad al afirmar que "buscando puntos en común de mi trabajo y el vuestro se me ocurre comparar los momentos previos a un partido de pelota con una reunión informal entre pequeños bodegueros. Nosotros, mientras nos ponemos los tacos podemos estar una hora y media compartiendo vestuario con todos los que van a ser nuestros rivales en la cancha… Durante ese tiempo hablamos de todo, de la familia, de amigos comunes, del día a día de la economía, de cualquier asunto de actualidad, pero de la pelota hablamos lo justo, más bien poco", y añadió que "supongo que a vosotros os ocurre lo mismo, que habláis de todo, de vino incluido, pero sin contaros los secretos".
El pelotari de Goizueta también se refirió a la parte más cruda de la vida en el campo al recordar que "me cuentan que este año lleváis un tiempo en una situación complicada. Este año he oído que la sequía y la piedra os han atacado con dureza. También sé que los precios de la uva están bajos. Todo esto lo comparo con las lesiones de un deportista. Yo he tenido varias, un par de ellas graves. El tiempo de recuperación fue duro. Pero para salir adelante no cabe otra cosa que seguir trabajando, seguir día a día realizando las cosas lo mejor que uno sepa".
Tras su palabras fueron accediendo al escenario los niños representantes de los pueblos portando en sus capazos las primeras uvas de sus términos municipales para ser depositadas, pisadas y extraído el primer mosto con el que los representantes de las instituciones realizaron el primer brindis, mientras una legión de medios gráficos les ocultaban de las miradas de la gente, circunstancia que fue recibida con una tremenda pitada de protesta.
A partir de ahí comenzó el resto de la fiesta, los recorridos por los diferentes stands donde se podía degustar el vino de cada localidad o disfrutar con las delicias gastronómicas de los productos vascos con sello de calidad, entre otras muchas degustaciones. Por su parte, Boilur se dedicó a preparar al abrigo del frontón una comida popular a base de carne de ternera de Álava, con patatas y verduras que se repartió al precio de un euros al mediodía hasta que se acabo, que fue pronto ya que solo había 3.000 raciones.