Vitoria. Nuevamente, los esfuerzos policiales han concluido cerrando, al menos, de momento, las puertas de un negocio minorista de venta de sustancias estupefacientes en la capital alavesa. Y nuevamente, la operación de los investigadores se ha desarrollado en el ámbito de un local hostelero, circunstancia que amenaza con convertirse en constante en los operativos dispuestos para intentar acotar la incidencia del narcotráfico en la ciudad. En esta ocasión, la Ertzaintza ha arrestado a dos personas de 36 y 33 años, respectivamente, a las que acusa de ser las presuntas responsables de la venta al menudeo de hachís y cocaína.
Según indicaron a este diario fuentes del Departamento de Interior del Gobierno Vasco, la operación se desarrolló el lunes por la tarde con agentes de la comisaría de Portal de Foronda. Al parecer, tras un registro efectuado en el bar -ubicado en el barrio de Coronación- y en el domicilio donde efectuaban las transacciones, los agentes se incautaron de 183 gramos de hachís, 63 gramos de cocaína, 20.000 euros, 3.380 dirhams (moneda marroquí de curso legal en la actualidad) y varias balanzas de precisión -instrumentos destinados al pesaje de las sustancias ilegales de cara a su venta en dosis-.
Los citados portavoces explicaron que las investigaciones comenzaron hace varios meses. Entonces, gracias a la colaboración ciudadana la Ertzaintza conoció que en un piso situado en la periferia de Vitoria se podría estar traficando con drogas. A partir de ese momento los agentes y los investigadores establecieron dispositivos de vigilancia en torno a las inmediaciones del citado domicilio. Con ello, la Policía autonómica pudo comprobar cómo del mismo salían con frecuencia dos personas, un varón y una mujer. Ambos acostumbraban a dirigirse a bordo de un turismo a un bar, el cual era regentado por el varón y donde, según la Policía, se traficaría habitualmente con drogas.
Ante estas evidencias los ertzainas decidieron poner en marcha una operación para tratar de cerrar las vías para la distribución de la cocaína y el hachís que habitualmente utilizaban los presuntos narcos. Así, los agentes optaron por entrar en el local hostelero. En el posterior registro, con la pertinente autorización judicial, se identificó a los dos sospechosos.
En el transcurso de la actuación policial, los agentes que se encontraban ya en el bar que desató las sospechas policiales pudieron comprobar cómo uno de los dos varones que acabaron arrestados arrojó al suelo un bolso. Éste, según el relato de los hechos facilitado por Interior, resultó contener una balanza de precisión, siete pedazos de hachís de un peso total de 81 gramos y quince envoltorios de plástico. Estos contenían casi 22 gramos de cocaína. Por todos ello, los policías procedieron a la detención de ambas personas, a las que ya ha imputado por ser los presuntos autores de un delito de tráfico de drogas.
Además, se da la circunstancia de que tras un registro corporal, los agentes se incautaron de más de quinientos euros procedentes presumiblemente de la venta de drogas. Aparte, y unas horas más tarde, los ertzainas realizaron otra entrada y se registró el domicilio donde los detenidos efectuaban las transacciones. Allí, localizaron un envoltorio que contenía 41 gramos de cocaína, otro envoltorio de plástico de 101 gramos de hachís, 20.000 euros, 3.380 dirhams, una báscula de precisión y varios objetos de procedencia ilícita. Dadas las circunstancias, los ya detenidos, de los cuales uno posee antecedentes policiales, pasaron ayer a disposición judicial en el Juzgado de Guardia de la capital alavesa.
'Barras de la droga' Se da la circunstancia de que este tipo de arrestos -relacionados con el menudeo en bares de barrios consolidados de Vitoria- se han convertido en rutinarios para las policías que operan en la ciudad. De hecho, según ha podido constatar este diario, los citados locales, que en ocasiones forman redes entre sí, forman parte de los objetivos de la Policía autonómica, que los visita con regularidad. Lo que ocurre es que sorprendentemente nunca logran cerrar del todo los citados negocios, que rápidamente regresan a la actividad. De hecho, los agentes que se dedican al desmantelamiento de estas barras de la droga a pequeña escala no ocultan su frustración y piden una mayor mayor coordinación la Policía, los servicios sociales y la judicatura.