Vitoria. Talleres salineros para que los visitantes aprendan a producir sal, catas de sus distintas variedades, conocimiento de sus diversos usos, y la posibilidad de degustar un menú singular condimentado con sal de Añana. Éstas son algunas de las novedades, que desde este mes de agosto, incorpora el Valle Salado de Añana en su Programa de Visitas Guiadas.

Una oferta que refuerza el atractivo para los visitantes. Y es que como ha recordado la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Iciar Lamarain, "hasta el pasado mes de julio, el Valle Salado ha registrado un total de 26.536 visitantes, 5.501 más que en el mismo periodo del año pasado". En la primera quincena de agosto más de 2.500 personas han participado ya en las visitas guiadas organizadas por la Fundación Valle Salado de Añana.

El taller salinero se realiza en una zona especialmente habilitada dentro de las salinas, donde un guía muestra de forma didáctica los diferentes pasos para producir sal: llenar, revolver, recoger o entrojar, entre otros aspectos. Asimismo, se ponen de relieve los diversos métodos que se han empleado a lo largo de la historia. Para ello, los visitantes meten sus pies en el agua hipersalina de los manantiales, manejan las sencillas herramientas utilizadas para producir sal y se llevan una muestra de la que ellos mismo han producido. Esta actividad está pensada tanto para grupos de escolares como para familias que quieran pasar un buen rato.

Respecto a las catas, al término del recorrido los guías ofrecen a los visitantes la posibilidad de degustar las distintas variedades de sal que se producen en el Valle Salado: sal mineral, flor de sal y chuzo, combinadas también en los dos primeros casos con vino y olivas de arbequina, una aceituna pequeña con gran potencia de sabor.

La posibilidad de degustar un menú con sal de Añana forma parte de la iniciativa denominada Experiencia Top. Además de visitar el Valle Salado, los visitantes pueden decantarse por dos opciones en función de la distancia que quieran recorrer y del presupuesto disponible.

La primera es el restaurante La Era, situado a siete kilómetros de Salinas de Añana, en la cercana localidad de Escota (40 euros con menú y visita incluida). La segunda opción es desplazarse a Bizkaia o Gipuzkoa hasta uno de los siguientes restaurantes con estrellas Michelin: el Akelarre, de Pedro Subijana; el Mugaritz, de Andoni Luis Aduriz; el Martín Berasategui o el Azurmendi, de Eneko Atxa. Todos ellos son cocineros mundialmente reconocidos y embajadores de la Sal de Añana, en particular, y del Proyecto de Recuperación del Valle Salado, en general.

Con todo ello, los visitantes y turistas que se acerquen al Valle Salado de la Cuadrilla de Añana podrán disfrutar de una experiencia única: visitar y conocer uno de los conjuntos arquitectónicos, paisajísticos, arqueológicos e históricos más singulares del mundo.