bermeo. hAY fechas que nunca se olvidan, pese a que el transcurso del tiempo tiende a borrar las huellas de la memoria. Y una de esas citas para la historia en la costa vizcaína es el 12 de agosto de 1912, una negra jornada en la que una impecable galerna se llevó la vida de 143 arrantzales de varios puertos. Un siglo después, su recuerdo se hizo presente durante el fin de semana en localidades como Lekeitio o Bermeo. Esta último localidad experimentó una vuelta a su pasado marinero con un intenso programa en el centenario de un suceso que la villa marinera ha catalogado como "el accidente laboral más grave del siglo XX".
El mar ha dado mucho a las localidades portuarias, aunque también se ha cobrado sus víctimas. Y la galerna del día de Santa Clara es exponente de esta cruda realidad, una verdad que Bermeo conoce de sobra: 116 de sus vecinos perecieron en la tormenta de hace un siglo -y otros 8 de Elantxobe, 16 de Lekeitio y 3 de Ondarroa- mientras la flota faenaba a 45 millas al norte de Matxitxako. La tormenta legó 74 viudas y 225 huérfanos y, siendo anticipo de una profunda revolución en un sector que mejoró las duras condiciones de vida de los arrantzales, dejó una profunda herida en el recuerdo colectivo bermeano.
Es por ello que espectáculos de luz y color, exhibiciones de barcos antiguos, ofrendas florales o la proyección de los documentales y cortometrajes fueron los principales alicientes de la conmemoración en Bermeo. Como no podía ser de otra forma, mirando de frente al mar, la villa rememoró una tragedia que aún y el paso de las generaciones sigue impresa en su memoria. Y especialmente intenso resultó el teatro musical Galarrena puesto en escena por un centenar de vecinos.
Ante un numeroso público en la explanada de la fábrica de hielo, el rompeolas hizo de anfiteatro para unos actores que recrearon los hechos que rodearon a la tragedia. La música, con melodías clásicas y textos del bertsolari local Ander Oleaga, acompañó al espectáculo en un participativo teatro que contó con cuidado vestuario y escenografía, incluso con una embarcación que sirvió para simular los efectos de la galerna. Los directores del espectáculo Carlos Panera -de Maskarada- y Eneritz Artetxe realizaron diversos castings en febrero.
Otro de los momentos más emotivos de la conmemoración, que tal y como solicitaron desde el Ayuntamiento se llenó de balcones con crespones negros, se llevó a cabo ayer. Fue la marcha náutica silenciosa que, fuera de la bocana del puerto, iluminó con faroles la noche. Con un Agur jaunak a los arrantzales que un siglo antes se perdieron en la mar se dio por concluido un intenso fin de semana que, pese a la desgracia acaecida en 1912, refrendó que Bermeo mira al mar.
Otra villa costera que padeció los embates de la galerna del día de Santa Clara es Lekeitio. Y ayer por la mañana tampoco quisieron olvidar que 16 de sus vecinos se perdieron en el mar en aquella tormenta. En la Talaia les rindieron homenaje con un acto que contó con sirenas, un aurresku, cantos, una ofrenda floral y la colocación de una placa.
La luz y el color acompañaron al teatro en el puerto.