Vitoria. Siguiendo la tendencia marcada en los últimos años, los centros educativos de Álava volverán a ganar alumnos el próximo curso. En concreto, los colegios asumirán a partir del mes de septiembre 445 estudiantes de Infantil y Primaria más que este curso que acaba de terminar. Llama la atención, sin embargo, que el número de profesores que se contratará para hacer frente a este crecimiento no aumentará en la misma proporción.
Frente a los 33 docentes nuevos que serían necesarios para hacer cumplir los ratios establecidos, el área que dirige Isabel Celaá tan solo ha contratado a 9,5. El resto de los alumnos serán absorbidos por la plantilla existente, lo que en la práctica se traduce en que habrá un mayor número de alumnos por aula. De hecho, se calcula que el próximo curso un total de 13 centros escolares alaveses tendrán alguna clase en la que se supera el ratio establecido, llegando incluso hasta los 25 estudiantes por aula en Infantil y los 27 en Primaria, cifras un 10% superiores a lo que marca la normativa en Euskadi.
Así lo ha denunciado al menos el sindicato de la enseñanza STEE-EILAS, que ha tenido acceso a la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) elaborado por el Gobierno Vasco. El Departamento vasco de Educación ha dado por terminado el proceso de elaboración de las plantillas de los centros escolares de Infantil y Primaria para el próximo curso tras realizar las correspondientes reuniones de planificación. En principio, la Administración reitera que no aplicará recortes, aunque el sindicato insiste en que se están "disfrazando" los datos. Si bien es cierto que no ha habido disminución de plantillas, el crecimiento del alumnado experimentado en los tres últimos años no ha ido acompañado por el refuerzo de docentes, lo que a la larga podría acarrear un problema de masificación en las aulas.
A partir de septiembre, 18.279 alumnos arrancarán las clases en algún centro público del territorio, lo que supone un incremento del 2,5% respecto a este curso, 445 estudiantes concretamente. Si de media se calcula que hay unos veinte alumnos por aula -en las zonas rurales es menos y en Vitoria más-, en teoría se deberían haber creado 22 unidades más, y no sólo siete, como queda recogido en la planificación de cara al próximo curso.
Con los profesores pasa más de lo mismo. El cálculo realizado por STEE-EILAS deja cifras tan alarmantes como que en toda la Comunidad Autónoma Vasca faltarán un total de 300 profesores o que hay 75 aulas en las que se superan los ratios alumno-profesor. El Ministerio de Educación, dentro de las medidas de recorte adoptadas, anunció que permitiría a los centros elevar el número de alumnos por aula en un 10%, lo que en Euskadi implicaría elevar la capacidad máxima de las clases de 23 a 25 en Infantil y de 25 a 27 en Primaria. La consejera de Educación, Isabel Celaá, sin embargo, se apresuró a desmentir su aplicación en la enseñanza pública vasca, algo que según el sindicato mayoritaria entre los profesores no está cumpliendo. "El Departamento de Educación, sin que vengan de Madrid y como el año pasado, aplica recortes en los ratios", denuncia STEE-EILAS, que según los datos que ha recogido la pasada semana, en Álava habría hasta 13 centros con algún aula en la que se supera la capacidad máxima, y en la que no harán desdobles. En su mayoría son escuelas ubicadas en el área rural.
Según denuncia STEE-EILAS, se están suprimiendo los ratios que estaban en vigor, y en vez de mejorarlos se están dejando "sin valor" criterios básicos importantes para la calidad de la enseñanza, concretamente el número de alumnos por clase, especialmente en las edades de entrada, en las nuevas incorporaciones, "limitando las opciones para la apertura de nuevas aulas y dejándolo en manos de los responsables de cada centro".
Asimismo, critica la "utilización interesada y arbitraria de los recursos". El Departamento los utiliza a su conveniencia y no tiene problema en priorizar el marco trilingüe y los proyectos de dirección que se ajustan a sus directrices o en mantener el número de profesorado de Religión, mientras ahorran en necesidades básicas de las plantillas". añaden desde la central sindical.
STEE-EILAS insiste en que la política ejercida desde el área que dirige Celaá trae consigo, además de una merma en la calidad, "la destrucción de puestos de trabajo".