Vitoria. La situación financiera de los ayuntamientos alaveses es mala, pero la panorámica, a juicio de los propios afectados, no es tan catastrófica como ayer la pintó el diputado foral de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo. Los rectores de algunos de los consistorios metidos ayer en el saco común de la quiebra por parte del responsable de la Diputación, quieren poner los puntos sobre las íes y subrayar que a algunos les va peor y a otros mejor, por lo que no se puede hablar de déficit indiscriminadamente. Hay ayuntamientos que, como en el caso de Kripan, quieren desmentir las afirmaciones que ayer circularon en torno a una solicitud de plan de viabilidad por su parte y otros, como Berantevilla, que a pesar de aparecer de rondón por la lista de entidades citadas ayer, aseguran tener sus cuentas completamente saneadas y al día. No todos los balances municipales cuadran, y consistorios como Agurain ya han solicitado al gobierno foral acogerse a un programa de saneamiento. Laguardia también camina por esta complicada senda y su alcalde presentó ayer por la tarde su proyecto de viabilidad ante las autoridades forales. En cualquier caso, cada municipio vive una realidad independiente y resulta arriesgado generalizar a la hora de diseccionar el estado financiero de los ayuntamientos alaveses.
La deuda que acumula el municipio de Kripan, incluido en la lista de los diez ayuntamientos con ahorro neto negativo, asciende a 20.000 euros. Una cantidad pequeña, pero que para una población de 190 habitantes, "puede ser importante", tal y como aseguran desde el Consistorio. Las mismas fuentes desmienten que se haya solicitado plan de viabilidad alguno. "Estamos pensando que igual ahorramos ese dinero, de manera que no tengamos que pedir nada a nadie. A final de año tomaremos una decisión", señalan. Además, afirman no tener "ninguna factura perdida por los cajones sin contabilizar". "Subimos al Departamento de Administración Local -aclaran- a solicitar un informe por si había que pedir un plan de viabilidad, que nunca se sabe, pero por el momento no contemplamos esa posibilidad". El municipio sólo mantiene un préstamo de 300.000 euros con los que se hicieron las piscinas y se mejoraron unos caminos. Un crédito a 30 años que apenas le supone carga financiera. "Posiblemente terminemos este año bien", aseguran.
Maider García de Vicuña, alcaldesa de Agurain, reconoce que la situación del municipio es "complicada desde hace tiempo". "Lo de apretarse el cinturón lo llevamos aplicando desde hace un año y la idea de no iniciar grandes inversiones no nos pilla de sorpresa. Además, no es algo que vaya con nuestro modelo de gestión, con lo cual no tenemos ningún problema", asevera. A la hora de buscar responsables, la primer edil lo tiene claro: "no es sólo por la crisis económica, también es por el tipo de gestión que se ha hecho anteriormente, ya que se ha funcionado de forma irresponsable".
El agujero económico de Agurain se ha tragado 11 millones de euros, el doble de sus ingresos corrientes. La obra de la recogida neumática de basuras y las deudas acumuladas entre 2007 y 2011, unos 3,7 millones, han dejado extenuadas las arcas locales, así que el pasado febrero la corporación, junto con los técnicos de la Diputación, elaboraron un plan de estabilidad de gastos que ya ha recibido el visto bueno de las Juntas Generales. "No vamos a tratar de compensar la mala gestión anterior con subidas de impuestos. Se ha aplicado el IPC, e incluso en casos como la tasa de basura sólo se ha aumentado el 1%, y ahora debemos de realizar una gestión responsable, sin gastos innecesarios y sin afección a los servicios".
indemnizaciones En Valdegovía, otro de los municipios de la lista negra, el desajuste con la liquidación de 2012 es de 200.000 euros. "Pero ahora vamos a vender un pabellón de la sociedad de servicios y esperamos nivelarlo. De ahí a decir que ha habido una mala gestión, dista un abismo", explica su alcalde, Juan Carlos Ramírez Escudero. Reconoce que en los últimos años el dinero se ha ido en pagar indemnizaciones por despidos, ya que la estructura de personal estaba sobredimensionada. "En 2013 veremos la ventaja de tener una estructura más pequeña. Cuando llegamos nosotros -el PNV-, había 35 trabajadores en nómina y ahora somos 15, así que hemos pagado la reducción como hemos podido, porque no había un presupuesto especial para indemnizar a esta gente". Además de tapar el agujero del personal, la Corporación tuvo que lidiar con una promoción municipal de chalés, de los cuales aún quedan 11 por vender. "Estaríamos al día en las cuentas si no fuera por la sociedad de servicios y la sociedad urbanística -afirma Ramírez Escudero-. La primera ya la hemos liquidado y en el caso de la segunda, estamos negociando con la Caja Vital a ver qué hacemos con esos 11 chalés". "En 2013 vamos a tener un 30% menos de gastos, unos 200.000 euros de ahorro, así que ahí es cuando vamos a recuperarnos de verdad. Habrá gente que ha realizado una mala gestión, como se dijo el miércoles, pero otros no hemos podido aún levantar cabeza por la herencia que nos dejaron los anteriores", concluye.
El pasado lunes, el alcalde de Berantevilla, Juan Antonio Santamaría, presentó el presupuesto de su Ayuntamiento. Es cierto que, tal y como señaló Ruiz de Arbulo, aún no han entregado las cuentas correspondientes a 2011, pero recuerda que "aún estamos en plazo para ello". En cuanto a la situación financiera del municipio, está totalmente saneada. No debe ni un solo euro. "Nuestro problema consiste en que los recursos son muy escasos, de forma que no podemos acometer inversiones. Somos unos meros gestores de la Administración. Pagamos las nóminas, las facturas y algún curso que podemos dar a los vecinos, pero poco más", indica su primer edil.
Santamaría interpreta que el mensaje de alerta lanzado por la Diputación responde al descenso de la recaudación prevista por el ente foral, algo que repercutirá, en mayor medida, en la aportación que reciban todos los ayuntamientos vía Fofel. "De momento, ya nos advirtieron que vamos a recibir un 6% menos cuando ya nos habían rebajado casi un 15%. Así que si nos aprueban alguna obra que hemos solicitado en el Plan Foral, tendremos que contar con el dinero que nos vayan a dar porque apenas disponemos de fondos para aportar", indica. En su caso, la posibilidad de un plan de viabilidad ni siquiera se adivina en un horizonte próximo.
El alcalde de Laguardia, el único de los diez municipios de la lista mencionada por la Diputación en el que gobierna el PP, presentó ayer por la tarde su plan de estabilidad en Vitoria. Manuel Amézaga recuerda que "cuando llegamos al Ayuntamiento nos encontramos con una deuda de 1,5 millones, situación que ya avisamos que podía agravarse porque había varias sentencias pendientes de emisión que podían ser perjudiciales para el Consistorio". De hecho, en una de ellas en la que Artevino les reclamaba 1,7 millones por un asunto de licencias revocadas, el juez estimó finalmente que la responsabilidad era compartida y que la entidad local debía abonar unos 600.000 euros. El municipio necesita liquidez para hacer frente a los gastos de proveedores y mantenimientos, por lo que ha solicitado a Diputación la aprobación de un programa para pedir créditos. En una primera fase, el préstamo a reclamar ascendería a medio millón de euros.
Las variaciones a la baja de los fondos procedentes del Fofel seguirán produciéndose, según se les comentó a los alcaldes en la reunión mantenida el miércoles con los responsables forales, de manera que los ayuntamientos deberán tenerlo muy presente de cara a futuro.