BILBAO. El viceconsejero vasco de Sanidad, Jesús María Fernández, ha explicado hoy que este nuevo sistema de dispensación de medicamentos, denominado receta electrónica, se implantará de forma progresiva a partir del próximo 1 de agosto y hasta finales del primer trimestre del año que viene.

El proceso de funcionamiento de la receta electrónica consiste en que el médico establece el plan de tratamiento con la medicación necesaria hasta un máximo de un año y, posteriormente, el paciente acude a cualquier farmacia del País Vasco y únicamente con la presentación de su tarjeta sanitaria le dispensan los medicamentos prescritos.

Fernández ha destacado que para poner en marcha esta iniciativa, que está incluida en la estrategia para afrontar la cronicidad en Euskadi, ha sido necesario llevar a cabo un diseño tecnológico muy complejo, que ha requerido a su vez hacer cambios estructurales en el sistema operativo de la sanidad pública vasca.

Las ventajas del nuevo sistema son que se eliminan los errores en la interpretación y dispensación de las medicinas; se posibilitan alertas para detectar interacciones o duplicidades; permite la comunicación on-line entre farmacéutico y médico, y evita desplazamientos al centro de salud.

Todo ello redunda, según Fernández, en la mejora de la adherencia al tratamiento y en una mayor seguridad en la toma de la medicación.

Para la implantación de la receta electrónica también ha sido necesaria la revisión y regulación de seis millones de prescripciones que figuraban en los historiales de Osakidetza y que corresponden a millón y medio de pacientes.

Este trabajo "costoso", según ha reconocido el responsable de Sanidad, lo han llevado a cabo los médicos a razón de 700-800 pacientes por facultativo y en este proceso se han eliminado un millón de prescripciones "innecesarias".

Según sus datos, el gasto farmacéutico anual en el País Vasco es de 560 millones de euros en farmacia extrahospitalaria y 200 millones de euros en farmacia hospitalaria.

El gasto en farmacia en 2012 se ha reducido en un 9 por ciento, principalmente por la venta de genéricos y también por la eliminación de recetas innecesarias.

El viceconsejero ha comparado este dato con el año 2008, cuando el gasto farmacéutico se incrementó en un 6 por ciento.

El número de recetas dispensadas también se ha reducido en 2012 en un 1 por ciento, mientras que en 2008 había crecido en un 5 por ciento.

"Este es nuestro camino para mejorar la eficiencia del sistema sanitario y no el copago", ha resaltado Fernández en referencia al copago farmacéutico establecido por el Gobierno estatal y que se pondrá en marcha a partir del 1 de julio, aunque en Euskadi no lo aplicará el Ejecutivo vasco.