La crisis que ha dejado en España a millones de personas en paro y a otros tantos con la amenaza de perder sus puestos de trabajo ha provocado un aumento de trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión, pero sobre todo ha mermado la autoestima y ha hecho a los ciudadanos más inseguros. Los niños también sufren ya que les entristece ver a sus padres preocupados. Según un informe del Instituto de Estudios Médicos-Científicos (Inesme) difundido en 2011, en España crecieron un 5% las consultas psiquiátricas de adultos y un 8% las de los niños, mientras que las listas de espera por estos problemas aumentaron un 30% en solo seis meses.