a pesar de que el barrio de Coronación es el único que está catalogado en el informe de Vivienda y Tecnalia como una zona necesitada de una intervención urgente en Álava, la situación de Zaramaga también ha sido analizada de forma concienzuda en el informe impulsado por el Ejecutivo autonómico y la fundación. El distrito vitoriano, que fue construido durante las décadas de los 50 y 60 para alojar a la población inmigrante que llegaba a la ciudad a trabajar en sus fábricas, se trata de un barrio generoso en zonas verdes y dotaciones, con las que se buscaba en su origen ofrecer una adecuada calidad de vida a sus habitantes, y mitigar al menos en parte el impacto negativo de la anexa zona de industria pesada -Sidenor-, con actividades nocivas y molestas y un intenso tráfico.

No obstante, pese a que el entorno urbano se encuentra ya a día de hoy completamente transformado, en el barrio persisten las huellas de una actitud defensiva hacia ese agresivo entorno. De ahí que el informe proponga un caso piloto de intervención en el distrito gasteiztarra aunque se trate, según avanza, de una zona "relativamente aceptable" si se compara con otros barrios de la misma época y similares características ubicados en otras ciudades vascas o del Estado. El informe sugiere la creación de una ecoplaza que serviría como centro neurálgico del barrio, ante la actual falta de un espacio representativo, reurbanizar el espacio ubicado entre los bloques de viviendas para incorporar mayor superficie vegetal, mejorar y conectar los espacios libres y las zonas verdes, "renaturalizar" la plaza Llodio, impulsar una red urbana de calor, ampliar las viviendas y los espacios comunes o mejorar las instalaciones de los edificios.

ineficiencia ¿Y qué hay de Coronación? Según destaca el informe, el popular barrio gasteiztarra aglutina todas las vulnerabilidades propias de las zonas que necesitan de una intervención urgente, entre las que por encima de todas destacan la ineficiencia energética de los edificios -sin aislamientos y con falta de aprovechamiento de energías renovables-, la accesibilidad y la vulnerabilidad social de muchos de sus habitantes, con altas tasas de desempleo y un alto porcentaje de población mayor. En los últimos tiempos, las comunidades de vecinos del barrio se han lanzado prácticamente en bloque a rehabilitar los accesos a sus portales bajando los ascensores a cota cero, una obra que ha llegado a un número ingente de edificios del distrito y que sin duda logrará mitigar los problemas de accesibilidad que lo han caracterizado hasta ahora. La estabilidad de los edificios, por contra, no es un problema especialmente reseñable.