Vitoria. Efectivos de la Ertzaintza han desarticulado una organización delictiva dedicada al robo a gran escala de combustible en gasolineras de Álava y Gipuzkoa. Al parecer, de ellas detrajeron 85.000 litros de gasoil. Para lograr tal efectividad, los presuntos autores -de los que la Policía autonómica ha detenido a cinco- respetaban un modus operandi muy concreto. Robaban camiones que utilizaban para el transporte del combustible apoyados por vehículos lanzadera. El gasóleo sustraído en los surtidores se cargaba en depósitos de mil litros que se guardaban en un almacén ubicado en Billabona, donde la organización tenía su base logística. El destino del combustible era su venta en el mercado negro.

Las averiguaciones de la Unidad de Investigación Criminal de Guardia de la Ertzaintza se iniciaron hace varios meses, tras producirse una serie de robos en gasolineras de municipios guipuzcoanos. Los primeros robos tuvieron lugar en Lezo y Zestoa donde los miembros de la banda actuaron en cinco ocasiones, incluso en la misma gasolinera, y tuvieron su continuidad en Alegia con dos robos y otros tantos en el municipio alavés de Asparrena.

Una vez marcado el objetivo, miembros de la banda robaban un camión para transportar el combustible. El vehículo era conducido hasta la base de operaciones del grupo, donde se cargaban los contenedores de plástico de mil litros de capacidad allí almacenados y, posteriormente, en convoy se trasladaban hasta el área de servicio fijada. Allí, inutilizaban los sistemas de vídeovigilancia y procedían a la apertura de las compuertas de los depósitos subterráneos. Por medio de mangueras conectadas a una bomba de extracción sacaban el combustible y una vez llenos los depósitos los transportaban hasta su base de operaciones, donde lo almacenaban y distribuían en bidones de menor capacidad. Acto seguido, se deshacían del camión que habían robado abandonándolo a varias decenas de kilómetros de distancia. Según se pudo determinar, fueron siete los camiones robados por el grupo de malhechores para tal fín. Con posterioridad, se recuperaron todos ellos.

Los dispositivos de vigilancia establecidos permitieron identificar a los dos turismos de alta gama utilizados por el grupo a modo de lanzadera. También se obtuvieron datos de los tránsitos realizados por los camiones sustraídos. Todo ello llevó a los agentes hasta la base logística del grupo en un pabellón del municipio de Billabona, que había sido alquilado por un miembro de la banda y que pasó a ser objeto de vigilancia continuada por parte de los investigadores. El tránsito de vehículos sospechosos junto con investigaciones complementarias sobre los sujetos que accedían al mismo llevaron a los agentes a intervenir el lunes, procediendo al arresto de tres varones. Al día siguiente, los dos cabecillas del grupo fueron igualmente detenidos. Uno de los arrestados era de nacionalidad española; el resto provenían de países del este de Europa.

En el interior de la nave, se localizó uno de los dos turismos BMW usados como lanzadera, así como 16 contenedores de plástico, varios de ellos llenos de combustible, a razón de unos 6.000 litros. Junto a ellos se encontraron dos bombas de extracción conectadas a mangueras, así como herramientas para forzar las bocas de los depósitos de los surtidores. El segundo turismo lanzadera fue localizado en Hernani.

En otro orden de cosas, la Policía autonómica detuvo en la madrugada de ayer a cuatro varones de 33, 34, 37 y 40 años de edad, respectivamente, a los que sorprendió robando en el interior de una empresa de Jundiz a la que habían entrado a través de un butrón. Todo ocurrió alrededor de las dos y media. Entonces, el responsable de una empresa alertó a los agentes de la posible presencia de personas ajenas a la misma robando en su interior. Una patrulla de seguridad ciudadana se desplazó al lugar y verificó que en una de las paredes del pabellón había un butrón de gran tamaño a través del cual se podía entrar en el almacén de la fábrica.

Además, agentes de la Policía Local detuvieron el pasado miércoles minutos antes de las seis de la tarde a un varón de 58 años de edad por robar y golpear a una empleada en un supermercado, situado en la calle Gernikako Arbola barrio de Arriaga minutos antes de las seis de la tarde. Los hechos ocurrieron cuando una empleada observó que un cliente trataba de franquear las cajas sin abonar una botella de vino que escondía en el pantalón. Antes de ser sorprendido ya había amenazado y dirigido gestos obscenos a la cajera pero, cuando se descubrió su conducta, golpeó en la nariz a la empleada. Esta trabajadora se refugió en el baño y avisó a la Guardia Urbana.

Por último, el incendio de un vehículo a mediodía del miércoles en Castillo de Ocio fue el motivo de una intervención de los Bomberos. Cuando llegaron al lugar la Policía Local ya había echado un extintor al motor del coche, por lo que se procedió a desconectar la batería y refrescar el vehículo siniestrado.