El visitante de más relumbrón que Donostia ha tenido en los últimos años subirá de nuevo al escenario del Estado de Anoeta, con lo que su gira Europea regresa a España -ya tocó en Sevilla, Las Palmas y Barcelona- tras un paréntesis en Alemania.

A diferencia de 2008, aún quedan entradas en las taquillas de Anoeta, que estarán abiertas mañana antes del concierto para intentar completar el aforo de 45.000 personas.

Esta vez aún no se ha visto al rockero estadounidense por las calles de Donostia, como hizo en su visita de 2008 y, sobre todo, en 2009, cuando tocó en Bilbao pero se alojó en el Hotel María Cristina de la capital donostiarra y pasó unas breves vacaciones con su familia en las que se dejó ver entre los bañistas de la playa de la Zurriola.

En esta ocasión, las obras del María Cristina han impedido que el "Boss" se aloje en San Sebastián, por lo que ha elegido la localidad vascofrancesa de Biarritz, adonde llegó ayer.

Los aficionados donostiarras esperan un concierto generoso, como todos los que ofrece el músico de Nueva Jersey, basado en el "Wrecking Ball", su último y combativo disco, aunque el repertorio de esta gira no deja de lado grandes clásicos como "Thunder Road", "Badlands" o "The River".

El "Boss" las abordará al frente de una remozada "E Street Band", de la que se echará en falta inevitablemente la figura del fallecido saxofonista Clarence Clemons, a quien Springsteen dedica un homenaje en los conciertos de esta gira.

Cuatro años y un colapso económico después, Sprignsteen está aprovechando su gira europea para lanzar mensajes de calado político, incluidos en sus canciones de "Wrecking Ball", dedicados a quienes peor lo pasan con la crisis y plenos de reproches para banqueros y otros poderosos.

Tras el concierto de Donostia, la gira europea de Bruce Springsteen recalará en Portugal, Italia y, el día 17 de junio, en Madrid.