Vitoria. La cruzada emprendida por Javier Maroto contra el fraude social y las consecuencias que tendrán los recortes aplicados por el alcalde en este ámbito regresan al Ayuntamiento de Gasteiz periódicamente y encienden el debate. Ayer se vivieron nuevos desencuentros entre el PP y la oposición a cuenta de la política social del equipo de gobierno municipal. No sólo por el supuesto cobro masivo de ayudas de forma irregular que el Consistorio tanto ha insistido en denunciar durante los últimos meses, sino por otras iniciativas como la supresión de las prestaciones económicas para alimentación a jóvenes sin entorno familiar. PSE y PNV acusaron al gabinete popular de desmantelar progresivamente los servicios sociales de la ciudad con sus decisiones, al tiempo que Ainhoa Domaica, edil responsable del área, insistió en defender las medidas tomadas hasta el momento.

La sustitución de las ayudas a jóvenes no acompañados de 18 a 25 años por vales de comida -sólo se les ofrecerá a partir de ahora ayudas para el alquiler de vivienda- fue censurada con dureza por socialistas y jeltzales, convencidos de que los afectados sufrirán a partir de ahora situaciones dramáticas. Nerea Melgosa, concejal del PNV, recordó a Domaica que las trabajadoras sociales realizan un control "exhaustivo" de los gastos realizados por estos chavales a través de las facturas -se les daba más de 650 euros mensuales- y acusó al gobierno de lanzar "globos sonda apestosos que están haciendo muchísimo daño a la cohesión social de Vitoria". Ahora, jóvenes como los del centro de formación profesional ocupacional Ignacio Ellacuría ni siquiera pueden llegar al comedor cuando acaban su actividad porque sus puertas ya están cerradas, advirtió Melgosa. "Se están cargando el Estado del bienestar, que ahora empieza a llamarse estado del malestar y de la sospecha", censuró.

Categórico se mostró también Peio López de Munain (PSE), quien calificó esta medida como "la mayor patada que se ha dado en los últimos años a los servicios sociales". El edil socialista defendió también la concesión de ayudas como una forma de aprendizaje para los jóvenes, "para que se administren, se hagan unas personas íntegras y aprendan", y advirtió de que decisiones como ésta les empujará a la exclusión e incluso la delincuencia. "Les ponen una alfombra roja para que se vayan", censuró. Antes, López de Munain había criticado también al Consistorio por lanzar al aire distintos datos "poco rigurosos" sobre la concesión irregular de ayudas. "Estamos generando una actitud muy peligrosa contra el de fuera", advirtió.

Domaica recordó que las ayudas económicas para jóvenes han crecido un 1.694% en 13 años, un dato que "da que pensar", y aseguró que los afectados tendrán garantizadas "la comida y la vivienda" pese al recorte. "Ustedes lo solucionan todo con el cheque, pero hemos creído que es mucho más pedagógico dar algunas ayudas en especie, como las del comedor", insistió Domaica.