Vitoria. Varios jóvenes vinculados a la Gazte Asanblada de Zaramaga fueron arrestados por la Ertzaintza el pasado 7 de diciembre después de ocupar la antigua Escuela de Artes y Oficios ubicada en la calle Diego de Rojas y ser desalojados del vetusto local posteriormente. 14 de ellos se enfrentan a la triple acusación de desobediencia grave, usurpación y daños por el intento de revitalizar este local, abandonado desde hace casi tres lustros, y están citados a declarar mañana ante el juez en el Palacio de Justicia de Gasteiz. En vísperas del juicio, los imputados volvieron a reivindicar ayer su acción a las puertas del recinto, mostrándose "más orgullosos que nunca", y cargaron con dureza contra la Diputación alavesa, propietaria del local. La vista tendrá lugar a partir de las 10.30 horas y 30 minutos antes se celebrará una concentración de apoyo a los acusados a las puertas de los juzgados de la Avenida.

Los jóvenes accedieron al inmueble el 6 de diciembre con la intención de convertirlo en un centro cultural autogestionado donde celebrar actividades alternativas como talleres, cursillos o charlas, entre otras. Algo similar a un nuevo Zaramazulo, el espacio social que dio vida a Zaramaga durante 25 años y fue clausurado por la Guardia Civil en el mes de febrero de 2009.

Aunque varios dispositivos de la Ertzaintza y la Policía Local identificaron a los chavales, se produjeron cacheos y se estableció un "perímetro de seguridad" en la zona para impedir el acceso a ella, las unidades abandonaron el lugar y no regresaron hasta el día siguiente, cuando tuvieron lugar el desalojo del local -por orden judicial- y las posteriores detenciones. En ese lapso de tiempo, los jóvenes se emplearon a fondo para limpiar el espacioso local, que cuenta con múltiples aulas y cuartos de diferentes tamaños y que se encontraba en un estado deplorable por el paso de los años. Los jóvenes fueron puestos en libertad posteriormente.

Los acusados advirtieron ayer de que las citaciones "no han conseguido fomentar el miedo ni el arrepentimiento" entre ellos e insistieron en que entienden la ocupación como "la única manera posible" de darle forma a sus sueños, "más allá de la imaginación". En esta misma línea, animaron a través de una pancarta a los responsables del desalojo a no seguir frustrando sus iniciativas: Ez dituzue gure ametsak amets gaizto bihurtuko. Okupazioa aurrera (No convertiréis nuestros sueños en pesadillas).

"Cuando soñamos, dejamos atrás todas las desgracias del barrio y de este sistema, en nuestros sueños no hay pobreza ni riqueza, en nuestros sueños son muchas las expresiones culturales, nuestros sueños son feministas, son euskaldunes, son gaztetxes y es Zaramazulo y, sobre todo, en nuestros sueños no hay dueños", insistieron en un comunicado que también incluyó envenenados dardos hacia el ente foral y su máximo responsable, Javier de Andrés. "Os pedimos a ti y a todos los demás trajeados que tenéis la mala costumbre de romper con los sueños de los jóvenes que nos dejéis en paz. No estamos dispuestos a consentir ningún impedimento más en este proyecto. Multas, detenciones, condenas... No van a conseguir que los jóvenes de Zaramaga dejemos de soñar. Dejaremos de soñar cuando tengamos paredes, tejados y suelo, entonces empezaremos a vivir los sueños.