Dos agentes de la Guardia Civil figuran entre el listado de 73 detenidos de una red dedicada al tráfico a gran escala de datos personales y empresariales que contaba con ramificaciones en veinte provincias y a la que se imputan los delitos de intrusismo profesional, cohecho, revelación de secretos y blanqueo. Uno de los agentes se encontraba destinado en Vitoria y otro en Linares. Entre los arrestados hay detectives privados, policías locales, trabajadores de empresas de telefonía y empresarios.
