vitoria. El diputado alavés de Hacienda, José Zurita, deberá comparecer ante las Juntas Generales a petición del grupo juntero de Bildu para aclarar si la institución foral va a ayudar fiscalmente a Cambria Europe y Heyco Energy, las dos empresas texanas que van a enseñar al Gobierno Vasco a utilizar la técnica del fracking para extraer gas natural de subsuelo a cambio de participar en el negocio. La formación abertzale ha preparado una batería de preguntas al diputado a raíz de la información publicada por DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA en la que se explicaba cómo un alto ejecutivo de Heyco, en concreto su director de exploraciones, John Underwood, alababa las ventajas de instalarse en el territorio. Según Underwood, Álava ofrece una estructura tributaria -las provincias vascas son las únicas del Estado que pueden fijar sus propios impuestos- que puede hacer "muy eficiente en rendimiento de capital" la extracción del gas. Estas palabras, junto con la referencia a la "manejable" legislación en materia ambiental del Estado y de la Comunidad Autónoma Vasca, y los "excelentes términos" -para Heyco- de los permisos concedidos, han generado preocupación entre los grupos políticos alaveses.

"No se puede permitir que una empresa que pretende beneficiarse a costa de una técnica tan peligrosa como es la del fracking vaya diciendo de conferencia en conferencia que en Álava los permisos tienen unos términos excelentes, que la estructura tributaria hace que la extracción sea muy eficiente y que las restricciones ambientales son manejables", criticaba ayer el portavoz de Bildu Gorka Ortiz de Guinea.

El juntero abertzale recordaba que la fractura hidráulica es una técnica prohibida en varios países que "pone en peligro la salud del territorio y de sus habitantes", y que por ello "no se le pueden aplicar ventajas fiscales".

Así pues, Bildu preguntará a Zurita si la Diputación tiene o ha tenido relación con alguna de las empresas que van a explotar estos recursos y si ha habido alguna negociación sobre ventajas fiscales que explique las declaraciones de Underwood. Asimismo, se preguntará qué tratamiento fiscal recibirán las empresas que entren en el negocio del fracking, y si la institución foral está dispuesta a ofrecer incentivos o bonificaciones a las mismas.

Lo cierto es que las instituciones vascas están muy interesadas en explorar el yacimiento de gas pizarra que parece hallarse bajo el subsuelo de buena parte de Álava. Durante las jornadas que en torno al fracking organizó el Gobierno Vasco la pasada semana en Vitoria, el director de Energía del Ejecutivo, Jorge Letamendia, aseguró en ese sentido que el de Álava no iba a ser el clásico caso de colonialismo empresarial. Es el Gobierno, dijo, a través de la sociedad pública Shesa, el promotor de la búsqueda de gas natural mediante la fracturación hidráulica, y las empresas americanas Heyco Energy y Cambria Europe vienen a aportar su tecnología a cambio de su correspondiente cuota de beneficios, aún por determinar, ya que se desconocen los términos del contrato suscrito entre ambas partes.

Las vegas en Europa Aunque la Diputación ha permanecido en un segundo plano durante todo el proceso de comunicación a la ciudadanía de los planes del Gobierno, el diputado general, Javier de Andrés, no ha ocultado que le gustaría que el proyecto saliera adelante si hay garantías de que el medio ambiente no se verá afectado. A él es a quien correspondería hacer atractiva la inversión de los texanos, inicialmente de alrededor de 50 millones de euros, ya que tiene la capacidad para adaptar los tributos a las necesidades de las empresas que se quieran atraer. Ya se hizo así en su día, con las vacaciones fiscales de los noventa, frustradas por una Unión Europea que no admite islas tributarias de tal calibre.

Sin embargo, hoy es el día en el que Madrid y Cataluña, por ejemplo, pujan fuerte por acoger el desembarco de uno de los mayores empresarios de Las Vegas en Europa. El inversor sabe que cuenta con varias novias, exige operar al margen de la legalidad española tanto en materia laboral como fiscal, y tanto Esperanza Aguirre como Artur Mas parecen estar dispuestos a darle lo que pide.