vitoria. Pagos de Leza, la última bodega construida en esa localidad, ya muestra toda su estructura exterior terminada, aunque se continúa trabajando en una parte de los terrenos de que dispone en lo que un día fue un humedal, desaparecido hace muchos años. Basándose en un proyecto de QBO Arquitelia, Jimena Ruiz de Landa dirigió la obra que ACR ya ha terminado y que consistió en la ejecución de las edificaciones que conforman la bodega, la nave de recepción de vendimia, elaboración y almacenamiento de depósitos, crianza, almacén de producto terminado y embotellado y área de administración y servicios. Las nuevas instalaciones, situadas en el denominado paraje Campoluco del municipio alavés de Leza, permitirán mejorar a Pagos de Leza los sistemas de elaboración y de las fases de almacenamiento, maduración y embotellado.
Se trata de un edificio funcional que, ubicado dentro de una parcela de 45.000 metros cuadrados, cuenta con más de 3.000 construidos distribuidos en dos cuerpos rectangulares adosados. La planta semisótano, en forma de t, está dedicada íntegramente al proceso industrial. La planta alta, en forma de l, alberga los servicios administrativos y representativos. Interiormente, la totalidad del conjunto se comunicará a través de un núcleo central de escaleras y una pasarela abierta. Además, la bodega cuenta con una línea de embotellado para 1.500 botellas a la hora y una capacidad de elaboración de hasta 500.000 kilos de uva.
Desde el punto de vista de ahorro energético cabe destacar que a través de la colocación de placas solares y colectores térmicos solares se garantizará el suministro de más del 20% del consumo total.