Vitoria. Educación en valores como la responsabilidad, la libertad y la concienciación en temas sociales. El movimiento scout en Álava supera ya los 50 años de vida engrosando las filas de un colectivo que sigue formando en estas virtudes dentro una vida respetuosa con el medio ambiente. Y qué mejor manera de celebrar la festividad anual de su patrón, Gorka Deuna, que haciendo gala de esta filosofía.
Así las cosas, aprovechando el año de la Green Capital vitoriana, más de 300 niños y jóvenes participaron ayer en las diferentes actividades propuestas por la Federación de grupos scouts católicos de Álava, Euskalerriko Eskautak Araba, bajo el lema Verde por fuera, ¿y por dentro? "El escultismo nace muy ligado al medio ambiente. Es una educación orientada a una actitud no sólo ecológica de postal, porque todos los que estamos en este movimiento contribuimos a ser verdes por dentro y por fuera en nuestra vida cotidiana. De ahí viene nuestra reivindicación con estos actos por ese pequeño espacio en el título que le han concedido a la ciudad", explicaba Janire Sáenz de Buruaga, presidenta de EEA.
La jornada comenzó con unos itinerarios ecológicos por Olarizu que incluyeron diversas actividades de concienciación ecológica. Sin embargo, en previsión de que la lluvia se convirtiera en incómodo visitante vespertino, las actividades de la tarde se desarrollaron en el colegio Vera Cruz. Así las cosas, tras la eucaristía, la sociedad gastronómica Boilur hizo las delicias de los comensales con una paellada popular.
Con las pilas bien cargadas, la jornada se reanudó con diversas iniciativas en función de las edades. Entre ellas, el trueque de material de campamentos y montaña o el taller de reciclaje, que mostró las múltiples posibilidades que tienen los objetos que consideramos inservibles. La diversión estuvo asegurada gracias a la gymkana y las pruebas de supervivencia y orientación en la montaña, mientras que también se tuvo la oportunidad de conocer más sobre uno de los temas de más actualidad como la extracción de gas no convencional, gracias a la charla de la plataforma Fracking ez Araba. Por último, el grupo de teatro Txiripas puso el broche antes de realizar la valoración de la huella ecológica dejada durante el día antes del Agur eskaut final.El cambio es posible y si se educa en valores y hábitos responsables desde la infancia como hacen estos movimientos, todavía hay esperanza para el planeta. Todo está en nuestras manos.