Laguardia. A partir de este jueves se podrá asistir, por séptimo año consecutivo, a los recorridos turísticos guiados al Biotopo Protegido de las Lagunas de Laguardia, actividad que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la villa de Rioja Alavesa, a través de la Oficina de Turismo de Casa Garcetas. Esta iniciativa da la oportunidad a los visitantes de conocer este enclave que está catalogado como Humedal Ramsar de Importancia Internacional desde 1996 y que también está incluido en la Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
El complejo lagunar de Laguardia está formado por cuatro lagunas denominadas Carralogroño, Carravalseca, Musco y El Prado de La Paúl. Es precisamente esta última la que se visitará, puesto que es la menos sensible ambientalmente. Además, cuenta con un sendero perimetral accesible para todas las personas y varias zonas de observación de avifauna, incluidas unas gradas de asiento para grupos numerosos. Estos serán como máximo de 25 personas, y estarán guiados por un monitor bilingüe (euskera-castellano) que adaptará el recorrido dependiendo de las necesidades de cada grupo. Cada visita tendrá una duración media de dos horas y para acudir es necesario inscribirse previamente en la Oficina de Turismo de Laguardia y posteriormente aguardar la llegada de la persona que lleve a cabo las explicaciones en la puerta de las piscinas municipales.
Los efectos de la procesionaria En las paradas se comentarán temas relacionados con el paisaje, geología, vegetación, fauna, historia y costumbres de la zona con el objetivo de que los visitantes tengan una visión integral de este importante complejo lagunar.
En otro orden de cosas, una consultora privada puso ayer el grito en el cielo para confirmar que parte de la masa forestal de la provincia se encuentra en problemas. En concreto, Rentokil aseguró que la procesionaria inunda los parques y espacios públicos del País vasco. La citada es una plaga que afecta a las plantaciones de pinos, abetos y cedros. Las orugas que provocan la enfermedad se alimentan de muchos de estos tipos de árboles, provocándoles una seria defoliación y, a largo plazo, un enorme deterioro. Hay que tener en cuenta que, cada mariposa hembra de procesionaria, puede llegar a poner hasta 200 huevos en la copa de un árbol que selecciona y distingue previamente a través de la vista y el olfato. En ocasiones, han llegado a encontrarse hasta 2.000 huevos en el mismo pino, lo que supone que al eclosionar, se produce el nacimiento del mismo número de orugas.
Estas larvas entrañan un riesgo para la salud de las personas y los animales que se encuentren a su alrededor, pues las orugas procesionarias están cubiertas por unos 1.000 pelos urticantes que pueden formar nubes de pelo que provocan alergias cutáneas como sarpullidos o erupciones, irritación en ojos y nariz o problemas respiratorios. Los especialistas aconsejan evitar cualquier contacto físico, no sólo con las orugas procesionarias del pino, sino también con sus nidos, o con los árboles afectados por esta plaga.
Para afrontar con éxito la lucha contra la procesionaria es necesario iniciar los tratamientos en los meses de enero o febrero con la eliminación de los bolsones y prolongarse durante todo el año con distintos tipos de tratamientos y técnicas, incluyendo el uso de feromonas.