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El colegio Santa Illa de Madrid salva los muebles... por ahora

el centro, que acumula 20 años de deudas con la seguridad social, recupera su material embargado el jueves

madrid. El colegio privado Santa Illa, ubicado en el distrito de Chamartín, recuperó ayer su mobiliario y material escolar y deportivo, que el jueves fue embargado por una deuda que tiene la empresa responsable del centro con la Seguridad Social.

La Dirección General de la Tesorería de la Seguridad Social admitió ayer una orden para paralizar el embargo. Así, a las 11.56 horas llegó el primero de los tres camiones que la empresa Transfesa desplazó hasta el centro para traer el material embargado. Lo primero en salir del vehículo fue una batería de música, seguido de un potro y de varias pizarras y pupitres.

El director técnico de este colegio bilingüe, Manuel Díaz, se acercó hasta la entrada de las instalaciones para atender a los operarios que iban descargando el mobiliario y que iban depositándolo en el patio porque será a lo largo de este fin de semana cuando colocarán cada cosa en su sitio.

Díaz explicó que están "muy contentos de volver a la normalidad" y aunque reconoció que el lunes no será un día normal, será cuando comiencen las clases. De hecho, uno de los trabajadores del Santa Illa School colocaba ayer un cartel en la fachada de la entrada en el que se comunicaba que la reanudación de las clases será el lunes 27 de febrero.

Al parecer, el colegio Santa Illa tiene pendientes deudas acumuladas con la Seguridad Social por valor de 992.263 euros desde hace 20 años, según consta en el auto del juzgado madrileño que autorizó el embargo del centro el pasado 22 de diciembre.

El director y propietario del centro, Iñaki Santa, señaló que se va a intentar alcanzar un acuerdo con la Consejería de Educación y la Tesorería de la Seguridad Social para poder seguir funcionando el curso que viene con normalidad .

Los padres del colegio hablaban ayer de "unión" y confiaban en que la dirección del centro dé una explicación de la gestión. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, consideró "lamentable" el embargo del colegio con los alumnos dentro.