vitoria. La Fundación Beroa contará a partir de abril con un nuevo lugar para ayudar a sus pupilos. Esta entidad sin ánimo de lucro ejerce la tutela, por sentencia judicial, de las personas con enfermedad mental del territorio que carecen de familia o personas allegadas que puedan ocuparse de ellos. Un nuevo local ubicado en Salburua permitirá al colectivo disponer de más privacidad para sus usuarios y tener más espacio para manejar la múltiple información que genera este tipo de actividad asistencial.

Las necesidades de esta organización se han multiplicado en los últimos años y, por ello, en 2009 la entidad solicitó al Ayuntamiento la cesión de un espacio donde poder desarrollar su trabajo. La confirmación a esta petición llegó el año pasado y las nuevas instalaciones se convertirán en una realidad a partir de la próxima primavera. Será entonces cuando se trasladen desde su sede actual en la calle Koldo Mitxelena a la nueva en el número 29 de la Avenida de Budapest.

En el bajo de este edificio, Beroa contará con 268 metros cuadrados, el triple que en la actualidad, para establecer sus nuevas oficinas de atención. Éstas dispondrán de despachos de atención individualizada donde poder guardar la privacidad de los tutelados para tratar sus asuntos personales. Además, tendrán un diseño totalmente libre de barreras arquitectónicas que permitirá superar el problema de acceso que tenían ahora algunos usuarios. "Vamos a tener mucho más espacio y privacidad porque ahora no tenemos espacios cerrados y ellos nos cuentan cosas de su vida", explica la directora, Mónica Fernández. El traslado les permitirá a la Fundación, por otro lado, acumular más capacidad de archivo y habilitar un espacio de almacenaje para las sillas de ruedas, maletas y otros enseres de sus usuarios. El único inconveniente que puede oponerse al cambio de ubicación es la lejanía del centro, pero desde el colectivo se confía en que el transporte público pueda solventar este contratiempo.

atención a 110 personas En la actualidad, la Fundación tutelar Beroa atiende a 110 personas, aunque en sus quince años de historia esta cifra se eleva a los 150. La asociación surgió en 1997 y, desde entonces, procura la defensa de la persona incapacitada y la protección de la misma en los aspectos, civil, penal, sanitario, administrativo y psicosocial. El perfil de los usuarios a los que atiende se refiere a personas con una renta de entre 600 y 1.200 euros correspondiente a una pensión no contributiva o, en algunos casos, por trabajos realizados, con problemas de esquizofrenia, trastornos bipolares o de personalidad. Aunque también atiende a otro tipo de enfermos de demencias, alcoholismo o personas con cualquier tipo de retraso mental.

En la mayoría de los casos tratados, la Justicia a partir de los tribunales otorga la tutela legal a esta entidad aistencial sin ánimo de lucro debido a que el afectado no tiene familia o ésta padece problemas de salud o, en ciertos casos, se desea preservar la relación familiar otorgando el control económico a un tercero.