Las tradiciones más ligadas al campo y a las costumbres de antaño son las que mayor predicamento tienen entre los alaveses. Muchos son los ejemplos que vinculan el trabajo en la agricultura y ganadería con ferias del sector primario que, por derecho propio, se han instalado en el calendario provincial como hitos ineludibles del acervo sociocultural de las gentes de pueblos y cuadrillas. En ese sentido, el Museo Vasco de Gastronomía de Llodio acogió a las siete de la tarde de ayer una degustación de productos del cerdo. La misma estaba enmarcada en la presentación de la feria de San Blas que, un año más, ha organizado la asociación local Kukutxe para el sábado 28 de enero en el recinto ferial de la plaza Aldai.
Se trata de una fiesta que acerca a la población las costumbres típicas del caserío vasco y, como tal, cumplirá con su tradicional guión que tendrá su pistoletazo de salida mañana jueves con la presentación de Terencio V -el cerdo protagonista de la jornada- durante la mañana y en el mercado que alberga la Herriko Plaza.
Durante unas horas, el público podrá ver vivo al hermoso ejemplar porcino que será sacrificado a primera hora del sábado y trasladado a mediodía, desde el antiguo asilo hasta el recinto ferial y sobre un carro de bueyes, acompañado en kalejira por un grupo de zanpantzarrak. Una vez en la plaza Aldai, tendrá lugar la demostración pública del tradicional proceso de matanza del cerdo, que se inicia con el quemado y raspado de la piel y culmina con la limpieza de sus vísceras. A diferencia de pasadas ediciones, la pesoquiniela -un juego de gran aceptación que consiste en adivinar el peso del animal al vacío (el récord lo marcó, en 2006, Terencio III que alcanzó los 448 kilogramos)- no tendrá lugar tras la txarriboda -matanzas por razones de conservación de los alimentos vinculadas, sobre todo antaño, con el frío del invierno-, sino media hora antes de la rifa que marcará el fin de fiesta a las 20.30 horas.
Y es que el cerdo volverá a ser el principal atractivo de una jornada festiva que comenzará, a las 10.00 horas, con la apertura de un mercado que el año pasado congregó 75 puestos de exhibición y venta de productos agrícolas y otros 20 de artesanos de diferentes materiales. El programa de actos incluye propuestas ya arraigadas y tradicionales como el concurso de varas de avellano, la elaboración de morcillas, la exhibición de deporte rural a cargo de aizkolaris y harrijasotzailes, o el certamen gastronómico de txarripatas, que en el 2011 registró la participación de 51 cazuelas y que en esta edición repartirá 330 euros en cuatro premios, además de recuerdos para los 16 primeros clasificados. Tampoco faltarán a la cita ni la muestra de gallinas de raza autóctona que fue la novedad del año pasado con una treintena de aves, ni los paseos en burro para los txikis del lugar, que también podrán disfrutar de varios juegos.
De igual forma, los organizadores del festejo, Kukutxe San Blas Feria Elkartea, rendirán de nuevo un merecido homenaje a una pareja de vecinos que han dedicado toda su vida al duro trabajo en el baserri: María Nieves Ainz y Matias Gardeazabal. Este acto estará precedido por la actuación de Los Arlotes.
La feria continuará por la tarde, a partir de las 18.00 horas, con una degustación de castañas y chocolate, danzas y romería con FiTaFik, el pesaje del cerdo y una rifa.
Un poco de historia El santo que da nombre a esta feria ganadera tiene una reputación altruista. No en vano, se le atribuye la salvación de un niño que se había atragantado con una espina, además de la resurrección de un cerdo al que un lobo había decidido convertir en su almuerzo para tragedia de una viuda que se quedaba así -sin el gorrino- sin su único sustento. Sea como fuere, lo realmente cierto es que la sabiduría popular considera la onomástica del 3 de febrero como la fecha idónea e indicada para realizar las txarribodas. Así era también costumbre entre los baserritarras de Laudio y así lo quieren recordar cada año Kukutxe San Blas Feria Elkartea, asociación local que en 1994 recuperó la organización del festejo en honor a su patrón con tres claros objetivos: defender las cualidades del cerdo, promover el consumo y disfrute de todos sus derivados y conservar las costumbres y los ritos establecidos en su honor.
La ya tradicional feria laudioarra se celebrará el sábado. La bendición de alimentos y cordones junto con la exhibición del procedimiento tradicional de matanza volverán a ser los principales atractivos del programa de actos.