PARÍS. La mayor condena, de ocho años de prisión, fue para el veterano etarra Juan Cruz Maiza Artola, que ya había sido sentenciado en tres ocasiones anteriores en Francia a 17, 9 y 7 años.

El tribunal anunció hoy la denominada "fusión" de las cuatro penas, de forma que la condena total de Maiza Artola queda en 20 años de cárcel.

La segunda sentencia más dura, de 7 años, fue para Izaskun Lesaka Argüelles, una de las dos terroristas juzgadas en rebeldía para la que se mantiene la orden de busca y captura.

También fue juzgada en ausencia en la vista celebrada el pasado día 18 de enero Iratxe Sorzábal Díaz, a la que el tribunal condenó a 6 años de prisión.

Igualmente fue de seis años de cárcel la condena para Galder Bihotz Cornago Arnáez, quien hoy volvió a sentarse en el banquillo, y para la que se dictó una "fusión parcial" con una pena anterior a cinco años de prisión, lo que le eximirá de dos años de cumplimiento. El período total de la sanción para ella quedó en 9 años.

A Iker Iparraguirre Galarraga los jueces le impusieron cuatro años de cárcel y, como a los cuatro anteriores, la expulsión definitiva de Francia al terminar de cumplir sus respectivas condenas.

El tribunal consideró en su sentencia a los cinco responsables de la integridad de los cargos por los que habían sido inculpados y que habían llevado a la Fiscalía a pedir durante el juicio ocho años para Maiza Artola y para Cornago Arnáez.

A ambos se les reprochaba estar directamente implicados en la fabricación de explosivos para ETA hasta que fueron arrestados junto a Iparraguirre Galarraga el 26 de julio de 2007 en un piso de Rodez, en el sur de Francia.

La representante del Ministerio Público, Fanny Bussac, había requerido ocho años para Sorzábal Díaz, a quien recordó "se le considera una de las dirigentes" de ETA.

Bussac había reclamado seis años para Lesaka por encargarse durante el período juzgado (entre 2006 y 2007) en particular de alquilar viviendas para la banda con identidades falsas y utilizando documentación falsificada.

Según las conclusiones de la acusación, que los jueces consideran demostrada, los cinco estuvieron relacionados con un piso franco de ETA descubierto a finales de agosto de 2007 en el departamento de Loira, en el centro de Francia.

Dicho piso había sido "un laboratorio de experimentación química" utilizado para "la fabricación intensiva de pentrita", sustancia esta que, como recordó Bussac, fue el principal elemento de los explosivos utilizados por ETA en once atentados durante 2007 y 2008.

Maiza Artola, de hecho, ya había sido sentenciado a 17 años de cárcel en diciembre de 2010 en tanto que responsable de los escondites de explosivos de la organización terrorista.