Vitoria. Las aerolíneas no entienden de estándares de seguridad y calidad en las instalaciones, ubicaciones estratégicas o de perspectivas turísticas. Entienden de dinero en forma de subvenciones, como bien saben los alaveses. Foronda reúne características idóneas en cuanto a longitud de pista y localización a resguardo de los vientos que incomodan las operaciones de despegue y aterrizaje, y Vitoria es Green Capital europea, lo cual le confiere un enorme potencial turístico a corto y medio plazo, pero sin un cheque sobre la mesa ninguna de las operadoras de vuelos se interesará por establecerse en el territorio. Las instituciones hace tiempo que han aceptado esta realidad y se han puesto manos a la obra con el fin de recaudar el montante necesario para atraer a las low cost, pero aún hay más escollos que superar. La Diputación, hasta la fecha principal valedor económico de la recuperación de los vuelos de pasajeros en Álava, quiere que los trayectos que se adquieran no entren en conflicto con los ya aprobados para Loiu y Hondarribia, pero siempre queda el asunto de la competencia allende las fronteras de la CAV. El aeropuerto de Santiago de Compostela y el de Santander, ambos fuertemente respaldados financieramente por sus respectivos ejecutivos autonómicos, también negocian por su parte con las compañías y pueden desequilibrar la balanza de la oferta y la demanda. Con tantos intereses en juego -muchos de los cuales entran en conflicto directo entre sí-, la gerencia de VIA, sociedad pública dedicada a la promoción de Foronda, prefiere ser discreta y apartar las conversaciones de los focos hasta que haya algo cerrado. Por el momento y a falta de que se cierre una nueva fecha de reunión para los miembros de VIA -Diputación, Ayuntamiento de Vitoria, Cámara de Comercio y Transportes del Gobierno Vasco-, las únicas informaciones que han trascendido aluden a que los acuerdos evolucionan positivamente.

Santiago de Compostela La financiación de los vuelos de bajo coste afecta a los tres aeropuertos gallegos. Vueling opera desde Vigo y A Coruña mientras que Ryanair trabaja en Santiago de Compostela. Dado que Vueling ya se encuentra en Loiu y teniendo en cuenta que la Diputación alavesa ha sacado a relucir en diversas ocasiones el nombre de la aerolínea irlandesa del arpa dorada, el rival que preocupa a Foronda es Lavacolla. Recientemente, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se felicitaba por las buenas cifras alcanzadas en este aeropuerto y destacaba que los vuelos patrocinados por la Xunta de Galicia en Santiago únicamente le han costado 6 euros por pasajero a las arcas públicas.

Los números no resultan tan convincentes en A Coruña y Vigo, que perdieron pasajeros a lo largo del último ejercicio de forma preocupante. Tampoco las cantidades que las instituciones gallegas abonan son las mismas en los tres aeropuertos de al comunidad -36 euros por viajero en el primero y 102 euros en el segundo-, por lo que el presidente de la Xunta ve con buenos ojos negociar coordinadamente con las operadoras de cara a la próxima campaña. Una decisión que, en función de cómo se planteen las condiciones desde Álava, podría llegar a beneficiar a Foronda.

Santander El aeropuerto de Parayas, en Santander, no evoca buenos recuerdos en la mente de los responsables forales alaveses. Cuando Ryanair huyó de Álava hace ya cinco largos años, corrió a establecerse en tierras cántabras seducida por las subvenciones que allí le aguardaban. Entre 2007 y 2011, las aerolíneas que operan en este aeródromo han cosechado 20,6 millones de euros de los fondos públicos. Ryanair y Air Nostrum se han repartido este suculento pastel que ha supuesto al Ejecutivo cántabro un desembolso medio de 4,59 euros por pasajero. En 2008 se alcanzó una cifra récord de ayudas, con 6.055.000 euros, que al año siguiente descendió hasta los 5.968.333 euros. En 2010, las subvenciones entregadas fueron de 3.433.333 euros y el año pasado de 4.337.745 euros. A lo largo de los últimos cuatro años, el aeródromo de Parayas ha recibido 3.695.045 pasajeros según los datos contenidos en el último informe de la Comisión Nacional de Competencia (CNC) publicado a este respecto.