Vitoria. El diputado general de Álava, el popular Javier de Andrés, quiso ayer seguir la estela del alcalde vitoriano, su correligionario Javier Maroto, y también se desmarcó de la decisión del Gobierno de Rajoy de mantener la centra nuclear de Garoña, aunque se cuidó de nadar y guardar la ropa al hacerlo "con matices".

El mandatario alavés introdujo nuevos elementos sobre su postura en torno a la prórroga del funcionamiento de Garoña, saliéndose parcialmente de la línea marcada por el Gobierno del PP, que ya ha confirmado su polémica apuesta por alargar la vida útil de una central nuclear conocida como la de las mil grietas, decana en el Estado.

Tras meses moviéndose en aguas pantanosas y soportando las críticas por su indefinición ante este tema, con una opinión pública alavesa histórica y clamorosamente contraria al mantenimiento de la vetusta central, el máximo representante del territorio reconoció ayer que es "un error" prolongar la vida útil del complejo eléctrico hasta 2019.

De Andrés justificó su posición en la edad de la planta nuclear. No hay que olvidar que la infraestructura burgalesa es de primera generación y su vida útil, fechada en 40 años, ya ha sido superada con creces. El anterior Gobierno de Zapatero decidió seguir de forma parcial el informe del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), que permitía la extensión del funcionamiento de Garoña, pero prorrogando la licencia de Nuclenor únicamente hasta 2013 y avanzando su posterior clausura. El nuevo Gobierno, sin embargo, claramente pronuclear, ha revocado esta limitación temporal y aboga por mantener la actividad de Garoña hasta 2019.

El ministro popular de Industria y Energía, José Manuel Soria, dejó entrever lo que podría ser la nueva fecha de prolongación del funcionamiento de Santa María de Garoña y explicó que la necesidad de amortizar la energía es la razón por la que, de acuerdo con las empresas que están explotando esos reactores, "se puede ampliar el periodo de explotación hasta que así lo determine el CSN", y siempre que lo soliciten las eléctricas que las gestionan.

En base a estas declaraciones y a la antigüedad de la central, De Andrés explicó en una entrevista a Radio Euskadi que no considera conveniente que se conceda una prórroga tan extensa sin realizar un control constante de una infraestructura de estas características. Aun así, mantuvo su discurso y matizó que esto no implica su posición favorable o no al cierre inmediato de la planta. "No soy quién, porque no estoy cualificado, para evaluar si Garoña tiene condiciones para seguir adelante dos días o un mes más", recordó.

Más claro se ha mostrado el alcalde Javier Maroto en su opinión a este respecto. El primer edil de la capital alavesa ha explicado por activa y por pasiva su rechazo a la actividad de la central nuclear que se encuentra a 45 kilómetros de la ciudad. El primer edil ha empleado las redes sociales para expresar que "la seguridad es lo primero", a pesar de que el PP ha sido muy claro con respecto al futuro de la infraestructura burgalesa.

Dadas las circunstancias, el grupo del PNV en las Juntas Generales de Álava quiso salir al paso de las declaraciones del diputado general sobre Garoña para expresar su "malestar y preocupación" por las mismas, al entender que el mandatario popular "sigue sin posicionarse" en favor del cierre inmediato de la central nuclear. La formación jeltzale apuntó que dichas declaraciones responden a un posicionamiento que dista mucho de la voluntad real expresada por los alaveses en la Cámara foral, donde se ha pedido "en reiteradas ocasiones" el cierre inmediato de la planta de Nuclenor, sin posibilidad de prórroga. En este sentido, el grupo nacionalista aseguró que el diputado general "sigue sin ser claro" respecto a este tema.