Vitoria. La llegada del PP al Gobierno central provocará salvo sorpresa mayúscula una nueva prórroga para la vida útil de la central nuclear de Garoña, acotada a julio del próximo 2013 por el anterior Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. El nuevo ministro de Industria, José Manuel Soria, dejó anteayer clara su intención de revocar la orden ministerial del Gobierno saliente con el objetivo de prolongar el funcionamiento de la planta burgalesa hasta el año 2019 y, en consecuencia, las reacciones no se han hecho esperar desde todos los flancos. Garoña, una vez más, regresa al centro del debate. "Este Gobierno no va a cancelar un reactor nuclear en un momento en el que se quiere bajar el precio de la luz", aseveró Soria este pasado lunes. Ayer, una vez más, el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, se situó en contra de la línea oficial de su partido calificando como "un error" la pretensión de sus compañeros de Madrid y se comprometió "a defender el sentir mayoritario de la ciudad" en torno a esta cuestión.
Maroto, uno de los políticos locales más activos con las nuevas tecnologías, empleó la red social Twitter para reiterar este posicionamiento. Lo hizo en respuesta a varios internautas, inquietos por las declaraciones de Soria a una emisora de radio nacional. Posteriormente, fuentes del consistorio local consultadas por Efe insistieron en que Maroto se opone a ampliar la vida útil de Garoña porque considera que "la seguridad es lo primero" y advirtieron de que el alcalde no se siente cómodo con esta diferencia de criterio.
Varios altos cargos del PP salieron ayer también a la palestra al ser cuestionados por la polémica planta burgalesa, que de prorrogar su vida hasta 2019 alcanzará los 49 años. Algo inaudito dentro del parque nuclear español. El presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, defendió que los informes técnicos deben ser los que avalen la continuidad de la central, aunque a renglón seguido matizó que le parece "muy bien" que Maroto "piense lo que crea oportuno" porque el PP "no es un partido estalinista ni una secta". Basagoiti remarcó que no se ha dado "ninguna novedad" en la postura de su partido e insistió en que, hasta ahora, los informes apuntan a que Garoña "puede continuar más tiempo".
También Leopoldo Barreda, portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados y que fue cabeza de lista de la formación conservadora por Bizkaia, anticipó que la decisión del Ejecutivo central sobre la actividad Garoña será "técnica y no política", al contrario de la que, a su juicio, adoptó el anterior Gobierno socialista. Aunque Barreda aseguró entender la "preocupación" de quienes aluden a la seguridad de Garoña, censuró la "demagogia" que supone comparar su riesgo con los de Fukushima o Lorca. "Lo que ha pasado allí tiene muy poco que ver con lo que puede pasar en Garoña", advirtió.
rechazo De vuelta a la CAV, las formaciones nacionalistas más representativas insistieron en sus habituales demandas, que pasan por el cierre inmediato de Garoña. Empezando por el grupo municipal de Bildu en Gasteiz, que cargó contra Maroto por valerse de "mensajes populistas de cara a la ciudadanía" y exigió al alcalde que se reúna de forma "inmediata" con el propio Soria para decir "con firmeza en Madrid" que realmente apuesta por el cierre de la central.
También habló el PNV, en este caso su grupo juntero, para censurar a la nueva diputada de Medio Ambiente, Marta Ruiz Cerrillo. Ramiro González, portavoz de la formación, advirtió de que si la representante popular "no respeta la voluntad de Álava, perderá toda legitimidad para ocupar este cargo". Los jeltzales han presentado una interpelación a Ruiz Cerrillo para que aclare "qué medidas va a adoptar" para defender los interés y la voluntad de Álava en este nuevo contexto. Entretanto, el grupo de Aralar en el Parlamento Vasco ha registrado una iniciativa para que la Cámara inste al Gobierno de Rajoy a cerrar "definitivamente" Garoña.
También ayer, el alcalde de Valdegovía, Juan Carlos Ramírez Escudero, lamentó que en la más que posible prórroga de Garoña se prime de nuevo el interés de las firmas eléctricas por encima de la seguridad y la secretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, anticipó que la energía nuclear "no se puede descartar a priori" sino, ante todo, "minimizar sus riesgos".