sevilla. El juicio por la violación y muerte de Marta del Castillo quedó ayer visto para sentencia después de la última palabra de los cuatro acusados, que expresaron sus condolencias a la familia pero dijeron que no pueden "aliviar su dolor" al no saber dónde está el cuerpo de la víctima.
Tras los informes de los últimos tres defensores, el asesino confeso, Miguel Carcaño, hizo uso del derecho a la última palabra y pidió perdón a la familia de Marta diciendo que "nunca fue su intención causarle tanto daño" y añadió que "si supiera donde está el cuerpo, lo diría". Samuel Benítez, acusado de ayudar a Carcaño a deshacerse del cuerpo en un lugar desconocido, afirmó que "sinceramente, siente mucho lo que ha pasado" porque Marta también era amiga suya, pero añadió que él no tuvo "nada que ver". El hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, afirmó que nunca ha participado en este u otro hecho delictivo y dijo que lo único que hizo fue confiar en su hermano "y apoyarlo hasta que supe que me había mentido". Su novia, María García, entre sollozos, dijo que expresa su condolencia a la familia de Marta y que ella "no puede aliviar ese dolor porque no sabe lo que ha pasado".
Tras 19 jornadas, el juicio ha quedado visto para sentencia con la petición del fiscal de 52 años de cárcel para Carcaño por un delito de asesinato y dos de violación: la cometida por él mismo y la realizada por el menor de edad apodado el Cuco, pese a que éste fue absuelto de los mismos delitos en el juzgado de Menores.
El fiscal ha pedido penas de entre cinco y ocho años para los tres presuntos cómplices, mientras que la defensa de Carcaño ha admitido solo tres años de cárcel por un delito de homicidio imprudente al golpear a Marta con un cenicero durante una discusión, y los demás defensores han negado la participación de sus clientes en el traslado del cuerpo.
El último abogado que ha intervenido hoy, José Antonio Salazar, defensor de María García, expuso su hipótesis de que el cadáver no fue trasladado en la madrugada del 25 de enero de 2009, como sostienen las acusaciones, sino entre las 21.34 y 23.34 horas de la noche anterior, que es el horario barajado siempre por la Policía. El abogado de Delgado, José Manuel Carrión, restó validez al testimonio del taxista que declaró el pasado día 10 haber trasladado a su cliente al lugar del crimen porque se equivocó en datos como la manera en que estaban aparcados los coches en la calle. Sobre Carcaño, el defensor de Delgado dijo que es una persona mentirosa y manipuladora, y así como engañó a la Policía pudo hacerlo con su hermano. El defensor de Samuel Benítez, dijo que "la cadena de acompañamiento" de su cliente no se rompió la noche del crimen, pues estuvo desde las 19 horas hasta bien entrada la madrugada en Dos Hermanas.