vitoria. Las ayudas a los usuarios de las autopistas, conocidas como peaje social, "deben tender a desaparecer", tal y como expuso ayer la diputada de Obras públicas y Transportes, Alicia Ruiz de Infante. La Diputación mantiene de cara al año que viene una partida de 250.000 euros para subvencionar a los 4.000 conductores que emplean muchas veces al mes la autopista AP-68 y 50.000 euros más para los 950 que usan con frecuencia la AP-1. No obstante, la responsable foral advirtió ayer que esta política de ayuda al transporte privado, tanto en lo tocante al peaje social como a la subvención al transporte universitario de aquellos estudiantes que han de desplazarse fuera de Álava para 2012 -partida que asciende a 264.688 euros más un crédito ampliable de 450.000 euros-, resulta "incompatible con la sostenibilidad". En contraposición a esta postura, la diputada abogó por fomentar "un cambio de mentalidad" entre los ciudadanos y potenciar el empleo del transporte público, una vez de que este se convierta en una alternativa "cómoda, rápida y eficaz". En un futuro a corto plazo, Ruiz de Infante anunció un "replanteamiento profundo" de estas medidas, que por el momento seguirán bonificando a los conductores en función de los usos realizados en las autopistas de pago que atraviesan el territorio.