vitoria. El cerco sigue estrechándose sobre La Rioja, empeñada en no atender a los pacientes alaveses de localidades limítrofes salvo en casos de urgencia, pero su Gobierno no da muestras de querer reconducir la crisis abierta con Osakidetza. Las declaraciones contrarias a la decisión unilateral del Ejecutivo de Pedro Sanz no cesan y ayer fueron dos ministros del todavía presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quienes exigieron soluciones inmediatas al contencioso, que en los últimos días ha alcanzado dimensión nacional.

Soluciones que pasan, en primera instancia y mientras se inicia una negociación entre las dos administraciones implicadas, por que el Hospital San Pedro de Logroño vuelva a ofrecer atención especializada a los pacientes de localidades como Oion, Laguardia o Lanciego al igual que lo venía haciendo durante las últimas décadas. Y sin pedir a cambio, al menos de momento, una compensación económica como pretende La Rioja. Así lo entienden Ramón Jáuregi y Leire Pajín, titulares de las carteras de Presidencia y Sanidad, quienes ayer mostraron su preocupación por el devenir de esta crisis en plena campaña electoral. Ambos volvieron a apelar al diálogo entre La Rioja y Euskadi e instaron a ambas comunidades a firmar un convenio bilateral que regule el servicio.

Jáuregui, cabeza de lista por el Congreso por Álava, lamentó la política de "hechos consumados" protagonizada por La Rioja y propuso recurrir si no se resuelve la crisis de forma inmediata a la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad para que restituya el servicio "con todo efecto jurídico". Jáuregui espera una respuesta positiva de La Rioja a la carta remitida anteayer por el secretario general de Sanidad, donde se ofrecía para mediar en el contencioso, y anunció que ha solicitado a Pajín que convoque una reunión urgente entre los consejeros de Sanidad de las dos comunidades y Navarra para buscar una solución si La Rioja, como ahora, sigue cerrada en banda.

caja de compensación Más a futuro, Jáuregui propuso la creación de una caja de compensación interterritorial que contemplase las cuantías a pagar por cada comunidad por prestar servicios sanitarios a pacientes de otras comunidades autónomas. Una figura "imprescindible" a juicio del político socialista cuando la lógica solidaria entre comunidades no se cumpla y entren en juego las reclamaciones económicas. Fuentes de Osakidetza matizaron ayer a la agencia Efe que mientras La Rioja gasta 4,5 millones de euros anuales en atender a pacientes vascos, el coste de la atención sanitaria de Euskadi a enfermos riojanos es de 2,3 millones. Hasta ahora, La Rioja ha cuantificado la atención a pacientes vascos en siete millones de euros.

Entretanto, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, insistió en que su equipo ha iniciado una necesaria labor de mediación entre ambas instituciones y pidió la restitución inmediata del servicio mientras se resuelve la crisis. "Vamos a seguir trabajando en esa dirección recordando que en este país, los ciudadanos, vivan donde vivan y se desplacen donde se desplacen, tienen garantizada su prestación y hay obligación de garantizársela", afirmó en declaraciones a Europa Press.

Las críticas a la decisión de La Rioja se hicieron también extensivas a la portavocía del Gobierno Vasco. Idoia Mendia censuró a Pedro Sanz porque "le resulta rentable hacer política contra Euskadi", exigió volver a la situación anterior al 9 de septiembre y lanzó un envenenado dardo al jefe del Ejecutivo riojano. "Los riojanos no tienen la culpa de tener el presidente que tienen", advirtió Mendia. Por su parte, el propio Pedro Sanz aseguró en un acto electoral de su partido que "todo tiene un límite", reafirmándose así en sus posiciones, e insistió en la firma de un acuerdo con Euskadi. "Somos solidarios, pero no tontos", advirtió.

El pueblo de Oion saldrá esta tarde (19.00 horas) a la calle para exigir soluciones inmediatas a la crisis mientras su alcalde, mañana, iniciará una huelga de hambre.