DONOSTIA. Las primeras detenciones se produjeron el pasado 23 de agosto en Errenteria, después de que la Policía vasca descubriera en el vehículo en el que circulaban cuatro kilos de hachís en el hueco del airbag del copiloto.
Los dos hombres, de 31 y 35 años, habían llamado la atención de los agentes en un aparcamiento de Pasaia en el momento en que realizaban un "intercambio sospechoso de objetos" con el conductor de otro vehículo.
La Ertzaintza decidió vigilar el garaje ante la posibilidad de que pudiera estar siendo utilizado para almacenar y traficar con droga.
Ayer, los ertzainas encargados de la vigilancia observaron cómo un varón aparcaba su coche frente al garaje, al que entraba y del que salía poco después con una bolsa.
El sospechoso abandonó el lugar en el turismo y, cuando se apeaba de nuevo del vehículo, intentó deshacerse de la bolsa y huir al ser interceptado por los ertzainas, que lograron darle alcance.
El hombre, de 28 años, llevaba en la bolsa un kilo de hachís repartido en diez placas, por lo que fue arrestado.
La Ertzaintza registró posteriormente tanto su domicilio como el garaje, donde halló en un coche propiedad del detenido 40 kilos de hachís, ocultos en una cavidad instalada bajo los asientos traseros del vehículo.
El arrestado, que aportó una identidad falsa y tiene antecedentes por tráfico de drogas, permanece en dependencias policiales, tras lo cual pasará a disposición judicial.