Campezo. La amenaza de lluvia que persistió a lo largo de toda la mañana no hizo mella en los miles de personas que desde Álava, Navarra o La Rioja se acercaron hasta Santa Cruz de Campezo a disfrutar de la celebración de San Martín por medio de un enorme mosaico en el que entraban los productos agroalimentarios de calidad, las artesanías elaboradas por los propios vecinos, las exposiciones de ganado, las degustaciones y hasta los inevitables puestos de los peruanos, con ropa y paraguas.

Como suele ser habitual en este certamen, prácticamente todos los vecinos de la comarca se habían movilizado. Unos para mostrar sus productos en una celebración que quiere representar a Montaña Alavesa, otros colaborando en la organización y junto al Cuerpo de Miñones, logrando que todos los coches que fueron llegando encajaran como un guante en todos los huecos libres que hay en la localidad. Los que quedaban se convirtieron en un público entregado que se mezcló con la enorme cantidad de personas que fueron llegando a lo largo e toda la mañana.

Desde las diez prácticamente estaba todo en su punto. El responsable de animación sociocultural de la Cuadrilla, Álvaro Albaina, recorría las calles tratando de colaborar en la buen a organización del evento que, tras el pésimo tiempo del año pasado, cuando llovió casi sin parar a lo largo del día, parece que se había anotado con ganas en las agendas porque los estacionamientos estaban casi colapsados una hora después de comenzar la feria, porque la afluencia fue bastante mayor de la esperada.

A lo largo de las calles de la Villa y Arrabal se habían instalado una sucesión ininterrumpida de puestos de productos típicos y gastronomía del País Vasco, cerrando en ambos extremos los puestos de los mercadillos habituales con ropa, zapatos y otras prendas ajenas a lo artesanal.

En la de la Villa, Ricardo Pérez Azcona había abierto su lonja para mostrar "las tallas hechas con toda clase de maderas de la zona, como el roble, el pino, el plátano o la haya". Precios baratos, si se tiene en cuenta que algunas de las obras expuestas le ha llevado varios días de trabajo y aún así se excusaba con un posible cliente a quien le había atraído una fantástica torre tallada, explicándole que le había llevado mucho tiempo de trabajo.

En otros puntos de ambas calles, que sirven de eje a Santa Cruz de Campezo entre otros muchos productos, sobresalían las ristras de ajos. Blancos, morados, grandes o pequeños por doce euros se podía adquirir ese condimento indispensable en nuestra cocina y además entrelazados primorosamente para que sea también un elemento de decoración.

En la zona de la plaza y el ayuntamiento se habían instalado los artesanos de la comarca. Tallistas de la madera, mieleros de Urturi o Antoñanzas, queseros de San Vicente de Arana y otros se habías cobijado bajo los arquillos de la casa consistorial, asegurándose el volver secos en caso de lluvia, aunque la exposición de maquinaria agrícola en miniatura se quedaron este año en medio de la plaza, bajo unos toldos y con menos piezas que otros años. Pedro Fernández de Landa, el autor junto a su mujer de esas pequeñas maravillas que funcionan como si fueran grandes y reales, se mostraba ya cansado de ir por los pueblos enseñando esas piezas.

En el rehabilitado frontón se instalaron las encajeras y más artesanos de la comarca: herreros, guarnicioneros y otros y también se destinó una parte del pabellón para acoger el concurso de gastronomía, en el que los vecinos participaron llevando sus preparaciones en las que priman, ante todo, los productos locales y una fuerte inspiración basada en la gastronomía de Montaña Alavesa. Por último, en el solar del frontón viejo y en una parte de la zona del campo de fútbol se llevó a cabo la exposición de ganadería, así como las muestras de conducción de ocas por un perro.

El ganado, este año, fue uno de los protagonistas y uno de los elementos que más llamaron la atención de grandes y pequeños. Caballos, ovejas, cabras y un cerdo con su camada atrajeron las miradas de todos, especialmente cada vez que se tumbaba para que los pequeños cerditos mamasen. También congregó un buen número de personas la demostración de conducción de ocas con perro, quizás porque en esta ocasión se había buscado un espacio mucho más cómodo y con más posibilidades de comodidad para los espectadores, como era el campo de fútbol.

Al mediodía llegó el diputado general, acompañado por otros miembros de su gabinete, que fueron recibidos por el alcalde de Campezo, Esteban García Campijo, y por la presidenta de la Junta Administrativa, Juana Musitu, así como por el presidente de la Cuadrilla y responsables de la Asociación de Desarrollo Rural Izki. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA también colaboró esta Feria de San Martín.