SEVILLA. En el juicio por la muerte de Marta, el dueño del bar ha afirmado que, a una distancia de 20 ó 30 metros, no vio la cara de los jóvenes, uno diez centímetros más alto que otro y ambos vestidos con sudaderas con capucha, y ha precisado que el bulto era una moqueta o una alfombra situado encima de la silla de ruedas, que no estaba cuando regresaban de los contenedores.
Protegido en su declaración por un biombo, el dueño del bar ha dicho que relacionó la actitud de los jóvenes con la muerte de Marta cuando Carcaño cambió de versión y dijo que arrojó el cuerpo de la menor a un contenedor y no al Guadalquivir, como afirmó en un principio.
El testigo ha precisado que no vio a los jóvenes, que caminaban rápido, arrojar el bulto a un contenedor, y ha agregado que recordaba la hora exacta en que se cruzó con ambos porque en esos momentos estaba viendo, junto a unos familiares, un programa de coplas en Canal Sur Televisión.