La leyenda de 'truco o trato'
HALLOWEEN significa All hallow's eve, que proviene del inglés antiguo, y que significa "víspera de todos los santos", ya que se refiere a la noche del 31 de octubre. Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para festejar, en su lugar, la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. La celebración del Halloween se inició con los celtas que tenían en Samahaim, una de las cuatro fiestas por antonomasia. La víspera de Samahain se solía dejar comida en los escalones de las casas para evitar que los espíritus entrasen.
Así empezó la tradición del truco o trato. La gente comenzó a acudir a las celebraciones disfrazada de espíritu, de bruja o de duende para que los fantasmas penitentes no se metieran con ellos. Incluso en nuestros días, estos disfraces son los más populares de Halloween .
Cuenta la leyenda popular que la noche de Halloween, la puerta que separaba el mundo de los vivos del de los muertos se abría y los espíritus regresaban a la casa de sus familiares. El problema estaba en que en esa noche eran libres todo tipo de espíritus (no solo los simpáticos y nostálgicos), también el más terrible de todos, llamado Jack O'Lantern. El tal Jack iba de casa en casa preguntando a las familias si querían truco o trato y lo más aconsejable era aceptar el trato, sin importar cuál fuese, ya que el truco sería siempre funesto. Maldeciría la casa y a sus habitantes, que serían desgraciados para siempre y sufrirían un sinfín de infortunios. Era tan malo que el propio diablo lo veía como un serio rival. Las familias idearon una manera de protegerse contra el espíritu tallando horribles caras en calabazas para ahuyentarlo, de ahí la tradición popular de colocar actualmente estos frutos amarillos en las casas.
Finalmente, la historia cambió la terrible experiencia del truco o trato en un intercambio mucho más amable, de dulces y caramelos que los niños disfrazados piden en las casas de sus vecinos. Habitualmente se llevan los caramelos, pero para los más tacaños siempre hay algún tipo de travesura preparada. Frente a quienes consideran Halloween una mera adopción de costumbres ajenas, algunos estudiosos la defienden porque ven en esta fiesta una adaptación del rito ancestral del Samahaim, eso sí, aderezado de una fuerte dosis de consumismo. Es la opinión del antropólogo Manuel Mandianes, del CSIC, para quien Halloween no es más que la actualización del Samahaim.
prohibiciones El tradicional truco o trato ha llegado ya tan lejos que las autoridades del condado de Riverside, en California (EEUU), aprobaron hace dos semanas prohibir que las personas con antecedentes por agresión sexual repartan caramelos a los niños o pongan adornos en sus casas durante la fiesta de Halloween. Según una ordenanza emitida por las autoridades de Riverside y que entró en vigor de manera inmediata, esas personas no podrán abrir la puerta a los niños que se disfrazan en Halloween y van por las casas pidiendo caramelos.
Tampoco se les permitirá colocar decoraciones alusivas a Halloween en sus casas durante el día 31 de octubre, que es cuando se celebra en EEUU esa tradicional fiesta.
La tradición se inició porque los celtas dejaban en las escaleras comida para evitar que entraran los espíritus