Bilbao. Las universidades del Estado compiten entre sí y con el resto de universidades del mundo, que a su vez compiten entre ellas. ¿Se han dado cuenta de que no hay un solo rector extranjero al frente de una universidad del Estado? Esta realidad evidencia, entre otras cuestiones, un rasgo de la cultura universitaria del Estado y que algunos tildarían de localista. Hoy en día, las y los rectores se eligen mediante sufragio entre la comunidad universitaria. Sin embargo, cada vez es más habitual en universidades del mundo que el nombramiento del nuevo responsable de la universidad consista en designar a un candidato tras realizar una exhaustiva búsqueda internacional y no en un proceso interno resultante de unas elecciones.

La Comisión de expertos internacionales, encargada de evaluar la estrategia Universidad 2015 del Ministerio de Educación, recomienda acabar con las elecciones al Rectorado y optar por el nombramiento. Para que llegue a materializarse dicha recomendación sería necesario cambiar la normativa, en el caso de la UPV/EHU, los Estatutos de la universidad vasca. Además de legales, los miembros de la Comisión son conscientes de que la medida se puede encontrar con muchas reticencias de índole interno. No obstante, aseguran, esta innovación "no resulta inasequible" como lo demuestra el caso de la Universidad de Coimbra (Portugal), que recientemente ha publicado una convocatoria internacional para el puesto de rector.

Justifican este cambio por la importancia capital de la figura del rector, que aúna multitud de funciones: Presidente del Consejo y Director general de la gestión diaria, Primus Inter Pares en lo relacionado con la docencia e investigación; embajador de la universidad a todos los niveles y, además, recaudador de fondos. En opinión de los expertos, esta tarea "no es apta a largo plazo para pusilánimes".

Éste es uno de los cambios más radicales del glosario de 25 recomendaciones facilitadas al Ministerio de Educación. La Comisión considera que sin tales cambios "toda la reforma fundamental seguirá siendo una quimera". Uno de los principales pilares del informe es acometer cambios profundos en el sistema de gobernanza de la Educación Superior para hacer que la universidad sea más flexible y se pueda adaptar a los intensos cambios que se producen en nuestro entorno. Así, la Comisión propone romper con el pasado y tender hacia la "desregularización" del sistema para dar más autonomía a las universidades en todos los ámbitos y, en particular, en la contratación de personal. Y es que, como señala Rolf Tarrach, presidente de la Comisión y rector de la Universidad de Luxemburgo, "las universidades deberían disponer de libertad para cosechar éxitos y fracasos".

Sugieren crear una Junta Consultiva Estratégica que asesore al Ministerio, compuesta por un reducido número de expertos de consenso que no actúen en nombre de una institución concreta, y cuya misión sería la de redactar un plan de acción para poner en marcha las recomendaciones más urgentes. Tendría de plazo un año.

Un órgano de docencia y ciencia También se recomienda que la Conferencia de Rectores (CRUE) y los Consejos de Universidades (CU) puedan participar en los cambios legislativos desde el principio ya que los rectores deberían orientar dichos cambios, no como ahora, que actúan como meros receptores de las nuevas normas que propone el Legislativo.

Asimismo, se recomienda contar con un solo organismo que gestione la ciencia, la investigación y la innovación, tanto a nivel nacional como autonómico, lo que en Euskadi se traduciría en la integración de la innovación, dependiente de Industria. Si esta opción no es posible, los distintos actores deberían colaborar estrechamente, como ya hacen, por ejemplo en Catalunya, o como se ha decidido recientemente en Suiza. La aprobación de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación del País Vasco (2015) será la prueba de fuego para comprobar si cumple este principio.

Otro de los puntos débiles es la internacionalización, que centra varias de las recomendaciones. Aunque, hoy por hoy, la UPV/EHU no aparece entre las 500 mejores universidades, los últimos años está haciendo grandes esfuerzos por apuntalar su internacionalización. El día 13, el Consejo de Gobierno aprobó su Plan de Internacionalización, que permitirá profundizar en las relaciones de la universidad vasca con instituciones académicas del resto del mundo y reforzar su visibilidad internacional. Entre los objetivos están el incremento de estudiantes de otros países, de propios con estancias en el extranjero, de másteres internacionales o en inglés.