el Palacio Europa de Gasteiz ha recreado este pasado fin de semana un sueño ideal para cualquier amante de la literatura. Y en la capital alavesa hay unos cuantos, a la vista del éxito que ha cosechado el mercado de trueque de libros de la red de bibliotecas municipales. Cualquiera que se acercase al viejo polideportivo tuvo la ocasión de deshacerse de esos ejemplares viejos, repetidos, que han perdido su interés y, en definitiva, ocupan demasiados huecos en las estanterías para sustituirlos por nuevas historias a coste cero. Novelas, libros científicos, ensayos, biografías, publicaciones para los más txikis... El zoco del Europa ha sido un éxito rotundo de participación, según sus organizadores.

Ayer, durante la segunda y última jornada del evento, éstos no podían mostrarse más satisfechos. Sólo el sábado pasaron por el recinto más de 1.500 personas y se intercambiaron cerca de 3.000 ejemplares, cuando el año pasado, durante la segunda edición del mercado, se congregaron en total 1.800 lectores. "Vamos incrementando la asistencia año a año, la gente aprecia lo que hacemos y trae cosas muy majas", explicaba un portavoz de la organización. A los asistentes se les permitió el intercambio de tres libros, entre los cuales también estaban permitidos los cómics. El veto recayó, por contra, sobre los de texto, los universitarios, las guías de viaje o los tomos sueltos de enciclopedias para velar por la calidad del mercado. Al margen de los libros aportados por los asistentes para el trueque, la red de bibliotecas sumó otros 3.000 de sus fondos. Visitantes de numerosos rincones de Álava y localidades vecinas como Bilbao hicieron que el Europa se quedara pequeño en algunos momentos. Al margen del trueque, los niños disfrutaron de varios talleres infantiles donde, entre otras cosas, aprendieron a hacer libros con elementos vegetales. Entre los asistentes, además, se sortearon dos viajes literarios al final de la jornada.

La lectura no tiene edad, y así ha quedado bien demostrado durante el evento del Europa. Leire y Gloria, dos jóvenes amigas que acudían por primera vez al mercado, lograron varias joyas durante las dos jornadas, libros de misterio clásico, policiacos e incluso el más ilustre de los best sellers, Los Pilares de la Tierra de Ken Follet. "Deberían hacer el mercado por lo menos dos veces al año. Está muy bien para estos tiempos eso de no tener que invertir dinero en las cosas", advertía Leire. "Es perfecto para ir renovando la biblioteca", añadía su amiga.

Desde Laguardia, José Antonio y Marina tampoco se fueron con las manos vacías, pese a la gran cantidad de gente que se agolpaba sobre las mesas. "Resulta dificilísimo elegir con tanta gente y tanto libro, es como una pastelería. De todas formas, están en muy buen estado", se felicitaba la pareja. No tuvieron la misma experiencia Pilar y Ainhoa, madre e hija, que entraron y salieron con los mismos libros. "Como iniciativa está muy bien, pero la visita ha sido un poco fracaso; hay mucho trasterillo", lamentaban.