El 7 de noviembre llegará a las farmacias españolas el primer medicamento que liberará de la "esclavitud" a unos 650.000 pacientes cardiovasculares sometidos a la warfarina, Sintrom en su marca comercial, con un margen de seguridad estrecho y que exige controles periódicos y análisis de sangre mensuales. Y es que tras más de 50 años de absoluta hegemonía, al Sintrom le va llegando el momento de abdicar, ya que el Ministerio de Sanidad ha aprobado la financiación de una nueva aplicación del Dabigatrán, principio activo comercializado como Pradaxa, para prevenir el ictus -infarto cerebral- en casos de fibrilación auricular -arritmias del corazón-, mientras se indaga su indicación para otras patologías cardíacas. Un problema, en tiempos de crisis económica, podría ser el precio del nuevo producto -63 euros mensuales por paciente frente a los 3 del Sintrom-.