Todavía suena el eco del caso de Kepa Elortza, el oñatiarra que estuvo diez meses esperando una colonoscopia porque quería ser atendido en euskera. Cada vez son más los pacientes que se quejan por esta misma causa. Piden un médico que sepa hablar esta lengua y la cita se demora o, simplemente, no llega. No en vano, el ámbito de la salud es el que mayor número de reclamaciones genera cada año.

Así lo ha constatado Behatokia, el Observatorio de Derechos Lingüísticos promovido por Kontseilua, el Consejo de los Organismos Sociales del Euskara. Su directora, Garbiñe Petriati, acudió ayer al Parlamento Vasco para exponer algunas de las más graves vulneraciones de derechos que se producen en el sector, como el citado caso del Hospital del Alto Deba. En este sentido, Petriati calificó la Sanidad como "uno de los puntos negros".

El "gran número de quejas" registrado en Behatokia da cuenta de que la vulneración de derechos lingüístico "es sistemático". La directora del Observatorio explicó que la euskaldunización de los profesionales que trabajan en hospitales y centros de salud "va muy despacio". "Tenemos un caso entre manos que se prolonga a lo largo de 18 años, ¡es escandaloso!".

A su juicio, las carencias del sistema se deben a un retraso en la aprobación del decreto para normalizar en euskera en Osakidetza, que no vio la luz hasta 2003, dos décadas después de que se dictara la Ley del Euskera. De dicho decreto se elaboró dos años más tarde un plan para euskaldunizar al personal que, a juicio de Kontseilua, "ha sido un fracaso" ya que no ha conseguido los objetivos marcados. "Ha sido un plan realizado sin previsión y no ha conseguido que haya profesionales euskaldunes en el servicio, y por lo tanto los euskaldunes estamos sufriendo las consecuencias, es decir, una continua conculcación de derechos lingüísticos", añadió su secretario general, Paul Bilbao. Por ello, reclama al consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, que tome las medidas oportunas para dar respuesta a este problema.

también justicia e interior En estos años, teniendo en cuenta los problemas que se le generan a la ciudadanía en la Administración al pedir la atención en euskera, normalmente ésta se ve obligada a admitir recibir el servicio en castellano. Sin embargo, según Kontseilua cada vez son más las personas que están dispuestas a seguir adelante y a hacer público su caso.

Así lo ha comprobado este organismo durante la elaboración del último informe y también el Gobierno Vasco, que tiene su propio servicio para recoger reclamaciones: Elebide. Esta oficina recibió el año pasado un total de 261 quejas por parte de gente que pidió ser atendida en euskera y no lo logró. La mayor parte de ellas se dieron en Sanidad, Interior y Justicia.

Precisamente cuando se cumplen dos años desde que entrara en funcionamiento el Servicio para la Garantía de los Derechos Lingüísticos (Elebide), se pone de manifiesto que las incidencias registradas en esta materia son cada vez más abundantes. Éstas han aumentado un 20% respecto a 2009, y prácticamente la totalidad corresponden a intentos de la ciudadanía vasca por tratar de usar el euskera en las instituciones y en el ámbito privado. Sólo un 1,4% son quejas asociadas al castellano.

La viceconsejería de Política Lingüística reconoce carencias en las citadas áreas. Explica que éstas se deben al plan puesto en marcha hace ya unos años para euskaldunizar a los funcionarios y que daba prioridad a sectores como la enseñanza, la Administración o los medios de comunicación públicos. Se esperaba que con el tiempo el resto de las áreas se fueran equiparando, pero no ha sido así.

Entre las principales quejas están las de quienes quieren que la documentación les sea facilitada en euskera, pero también hay un 25% de incidencias que tienen que ver con la comunicación oral. Además, una quinta parte de las reclamaciones registradas hace referencia a la rotulación, sobre todo de los establecimientos comerciales.