La batalla que tantas mujeres libran a diario contra el cáncer de mama adquiere este 19 de octubre el rango de reivindicación colectiva. Como todos los años, hoy se celebra el Día Mundial contra el tumor maligno más frecuente entre las féminas, también el que se cobra más víctimas mortales, por lo que los habituales mensajes de apoyo a las afectadas regresarán a las calles de todo el planeta. El lazo rosa, ese símbolo internacional de la lucha contra esta patología, seguirá advirtiendo de que todo esfuerzo es poco para acabar con ella. También lo hará en Vitoria, donde los voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) instalarán mesas informativas en el Hospital Txagorritxu y en el ambulatorio de Olaguíbel entre las 10.00 y las 14.00 horas.

La campaña que desarrollará la AECC estará orientada, en concreto, a las mujeres recién diagnosticadas y a sus necesidades más primarias, algunas de las cuales son facilitadas por el propio colectivo. Entre otros aspectos, la AECC alertó ayer de la necesidad de que las pacientes cuenten con apoyo profesional desde los primeros momentos del diagnóstico para ayudar eficazmente a la adaptación a la enfermedad y, de esta forma, prevenir problemas emocionales que puedan surgir en el futuro. "La información es el primer paso" para mejorar la calidad de vida de las mujeres que padecen cáncer de mama, según advirtió la AECC.

Atención psicológica, social y el soporte emocional de otras personas que hayan pasado por el mismo trance son tres de las fórmulas más válidas en este sentido, programas y servicios de los que dispone la propia asociación. La presidenta de la AECC, Isabel Oriol, recordó también que deben mantenerse los niveles de participación en los programas de cribado y, sobre todo, "que la situación socioeconómica no debe afectar a la atención multidisciplinar necesaria para el abordaje" de esta enfermedad.

La declaración de intenciones de la AECC llega un día después de que el consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, anunciase la extensión del programa de detección precoz del cáncer de mama a las mujeres de entre 40 y 49 años con antecedentes familiares de primer grado, a las que a partir de ahora se realizará mamografías para confirmar o descartar la presencia de la patología. 166 mujeres alavesas tomaron parte en una prueba piloto realizada este pasado verano. Hasta el momento, el cribado sólo cubría a la población femenina de 50 a 69 años.

295 muertes al año No hay que olvidar que a pesar de su alta prevalencia, el cáncer de mama tiene un muy buen pronóstico si se detecta en sus fases más iniciales, lo que demuestra la importancia de este tipo de programas. El diagnóstico precoz permite llevar a cabo tratamientos más eficaces y menos agresivos, lo que también se traduce en mayores tasas de supervivencia y mayor calidad de vida. En Euskadi se diagnostica una media de 1.175 cánceres de mama al año con una tasa de incidencia de 84,8 casos por 100.000 habitantes, según los últimos datos aportados por Sanidad. La patología provoca anualmente en la comunidad autónoma alrededor de 295 fallecimientos.

Al margen de la detección precoz y los tratamientos, la AECC incidirá hoy en otro aspecto esencial para luchar contra el cáncer de mama, la investigación oncológica. A día de hoy, la fundación científica del colectivo tiene abiertos diez proyectos a nivel estatal, por valor de 1,74 millones de euros, que vienen realizándose en centros de referencia de Madrid y Barcelona y también a cargo de reputados profesionales como Roger Gomis, Javier Menéndez o Javier Benítez.

De vuelta a la imprescindible labor de prevención, el sindicato de enfermería Satse exigió ayer a Osakidetza que no aplique recortes a estos programas como consecuencia de la crisis económica, dado que la tasa bruta de cáncer de mama ha crecido en la CAV a lo largo de los últimos años. Satse se mostró "preocupado por las repercusiones que pueden provocar los recortes económicos y los ajustes presupuestarios" y solicitó "un firme compromiso" a Osakidetza en el ámbito de la prevención.