madrid. El satélite alemán ROSAT podría impactar durante la próxima semana a la Tierra. Concretamente, se espera que el satélite, que lleva inhabilitado desde 1999, puede caer en algún lugar de Canadá.
Desde la Agencia Espacial Europea (ESA) apuntan que no saben donde caerá, pero sí señalan que el riesgo potencial es mayor que el del UARS, que cayó el pasado 24 de septiembre en el Pacífico.
El ROSAT era un telescopio de Rayos X que se lanzó al espacio en 1990 desde Cabo Cañaveral. Ocho años después, en 1998, quedó inutilizado dando vueltas durante 13 años. Ahora, sus 2,4 toneladas de peso podrían caer sobre la Tierra.
Según funcionarios del Centro Aeroespacial Alemán, sus 2,4 toneladas podrían colisionar en cualquier punto de la latitud 53, que abarca desde Canadá al sur de América. En la ESA, preparada ya para el recimiento, creen que tardará una semana en alcanzar la atmósfera terrestre, aunque otras fuentes prolongan el plazo hasta comienzos de noviembre.
Los técnicos han señalado que el ROSAT fue diseñado para romperse en una treintena de grandes piezas. Alguna tendrá una masa de 1,6 toneladas de peso y existe la posibilidad de que no se desintegre al atravesar la atmósfera, como suele ocurrir, por lo que podría generar daños en algunas personas o bienes, una posibilidad que también se barajó en la caída del UARS, que al finalmente cayó sobre las aguas del Océano Pacífico.