vitoria. Mientras los políticos se ponen de acuerdo sobre a quién le corresponde pagar las ayudas a los libros de texto, las familias alavesas empiezan a padecer en primera persona las consecuencias de una decisión que les ha pillado de sorpresa. Cada vez son más los hogares que se muestran sin recursos suficientes para hacer frente a este gasto que se presenta al inicio de curso. Así lo ha comprobado Denon Eskola, a cuya sede se han acercado este año más padres que nunca pidiendo ayuda.
La asociación que agrupa a las AMPA de la escuela pública alavesa ha percibido un aumento de quejas por parte de padres y madres que este año no han podido comprar los manuales escolares. "Nos vienen pidiendo libros usados porque no tienen dinero para adquirirlos en la librería", asegura Santa González, que explica que entre los solicitantes hay familias inmigrantes pero también de Vitoria.
A la crisis que golpea a muchas casas se une la desaparición de las ayudas para la compra de los libros que hasta ahora concedía la Diputación Foral de Álava con carácter universal. El recorte fue anunciado el mismo día en que arrancaban las clases en los centros escolares, dejando a muchas familias sin un dinero que les aliviaba económicamente cada inicio de curso escolar. Cabe recordar que la institución foral concedía cantidades que oscilaban entre los 50 y los 140 euros por alumno, dependiendo del curso en el que estuvieran matriculados. Sin embargo, la partida destinada a estas subvenciones fue retirada poco tiempo después de que lo hiciera el Ayuntamiento, que también contribuía a la compra de estos manuales. Ambas instituciones justificaban la decisión en una caída en la recaudación, al tiempo que apuntaban al Gobierno Vasco, que es quien tiene la competencia en esta materia.
Lo cierto es que desde entonces han sido muchas las quejas. En una reunión reciente, Denon Eskola solicitaba a la consejera de Educación, Isabel Celaá, que asumiera el coste de estas ayudas, aunque sin éxito. "Nos dijo que, como mucho, se ofrecía a mediar para que la Diputación no las retirara ya que no había comunicado la decisión con suficiente tiempo", explica González.
De hecho, la precipitación con la que se anunció la eliminación de las ayudas de las que se beneficiaban cada año 20.000 alumnos ha hecho que miles de alaveses se queden sin la posibilidad de recurrir a otro tipo de subvenciones, como las habilitadas por el Gobierno Vasco, que aunque no concede dinero para comprar los libros, ofrece la posibilidad de participar en un programa de préstamo en el que los manuales son reciclados de un curso a otro, por lo que no hay por qué comprarlos.
"Muchas familias ni se han enterado y nos han pedido los recibos para presentarlos ante Diputación y que les devuelvan el dinero", explica Gonzalo Villate, presidente de la Asociación de Libreros de Álava. El colectivo será, probablemente, otro de los grandes perjudicados por la supresión de la línea de ayudas, ya que prevé que a partir del curso que viene la mayoría de las familias se pasen al préstamo. "Suponemos que el que viene se notará más que este año en las ventas", explica el portavoz de un colectivo que esta campaña escolar ha sufrido unas pérdidas del 6% como consecuencia de la crisis económica.
financiar los toros Por otra parte, las familias han vuelto a mostrar su indignación por la desaparición de las ayudas a los libros de texto, y más aún tras saberse que la partida que el Ayuntamiento tenía reservada a tal fin ha sido destinada a sufragar los gastos de la feria taurina. El colectivo que agrupa a las familias de la red pública, Denon Eskola, considera "una tomadura de pelo" la maniobra orquestada por el primer edil, Javier Maroto, más aún cuando había prometido que los recortes presupuestarios no iban a producirse en temas sociales.
Las familias numerosas de Álava, otro colectivo que ha hablado muy claro estas últimas semanas en contra de las decisiones adoptadas por los gobiernos del PP tanto en el Consistorio como en la Diputación, también han mostrado su "malestar" por el nuevo uso que se le ha dado a este dinero. "Somos conscientes de que, al suprimirse, se destinaría a otras partidas, pero no a eventos deficitarios. Esperamos que reine la cordura, no sólo en el equipo de gobierno, sino en todos los partidos políticos, para que juntos sepan cómo y dónde meter la tijera", declaró Natalia Diez-Caballero, presidenta de Hirukide.